Sexualidad
BDSM: Sexo con ataduras

Las siglas BDSM esconden una serie de prácticas y cargan con una mochila de tabús y mitos. Una dómina y un socio de un local de BDSM nos introducen en estas prácticas.

23 mar 2018 21:10

Entramos a una casa de las afueras de Pamplona. Su dueña nos recibe atentamente y nos invita a pasar al sótano.  La luz tenue de unas velas alumbra el descenso hasta una sala poco convencional. Una cruz, una silla con arneses, objetos para amordazar, espejos y consoladores conforman el atrezo de esta mazmorra de BDSM.

Las siglas BDSM corresponden a bondage, dominación/sumisión y sadomasoquismo, prácticas alternativas de sexualidad que pivotan sobre las relaciones de poder consensuadas entre dos adultos. La dómina que visitamos se inició hace un par de años a través de una familiar.

Se dedica a la dominación y humillación “convencional”, aunque reconoce que de vez en cuando hace alguna dinámica de internamiento 24 horas—se cobran cerca de 800 euros por sesión—. “Es algo que compensa”, señala. Trabaja de dómina por las mañanas, y solo su marido y amigos más cercanos saben a qué se dedica.

Ni ella ni su familiar, también dómina, practican el contacto sexual con el cliente “bajo ningún concepto”, algo común en estos servicios. “Hay gente que se confunde, así que lo especificamos muy claramente en la página web, les hacemos firmar unos protocolos y tenemos una conversación previa”, cuenta. Reconoce que, a pesar de todo, algunos clientes le han pedido sexo y lo ha rechazado, pero nunca ha tenido una mala experiencia. Su familiar, por otro lado, afirma que “el erotismo puede entenderse más allá del sexo”, una visión en gran parte “influida por el porno”. “Sin ir más lejos, muchas personas sienten unas sensaciones increíbles ante la negación de sensorialidad”, añade, y señala que existen muchos prejuicios hacia este tipo de prácticas sexuales “no ordinarias”. Cuenta que el propio manual psiquiátrico lo catalogaba como “parafilia”, aunque la última edición ya trata al BDSM como “sexualidad alternativa”.

El perfil de la clientela es muy variado. A la mazmorra de Pamplona acude gente de Navarra, la Comunidad Autónoma Vasca, Cantabria, sur de Francia e, incluso, Madrid. Ambas mujeres explican que no faltan los usuarios con alto poder adquisitivo y con personal subordinado en su trabajo —altos directivos— que acuden para desahogarse invirtiendo sus roles cotidianos. “La mayoría de ellos están casados y ninguno pide sexo porque ya lo tienen con su pareja. Quieren algo que nadie les pueda ofrecer”, relata. No obstante, el perfil es diverso en cuanto a clases sociales, edades o fantasías. La asiduidad de una parte de la clientela —recibe menos de 20 personas al mes—, hace que sea cada vez más conocedora de la vida personal de sus clientes, algo que le aporta confianza. La única vez que este conocimiento más íntimo le ha supuesto un perjuicio fue con un cliente: tras conocer qué hacía en su trabajo, redujo las sesiones con él.

COMUNIDAD BDSM

Más allá de los intercambios económicos —la punta del iceberg del BDSM— la mayoría de estas prácticas sexuales se llevan a cabo en la intimidad de la pareja o en comunidades de amigos. En Pamplona, un grupo de personas tiene alquilado un local adaptado. Según relata Javi, uno de sus miembros, lleva abierto tres años, aunque antes ya existían antes otros espacios. Además del uso para socios y de algún curso de formación, como por ejemplo de shibari (uso de cuerdas), cada seis semanas suele celebrarse una fiesta a la que acuden unas 30 personas en las que se puede adoptar roles de dominante, sumiso/a o switch (intercambiable). Sin embargo, y salvo que sean de estricta confianza, quienes quieran asistir tienen que pasar por una entrevista previa. “Hay que tener cuidado con quién viene al local, porque en internet hay mucho descerebrado”, reconoce. “Una vez tuvimos un problema con uno que se pasó con el alcohol y le dijimos que no viniera más. Tampoco permitimos que la gente se drogue”, añade.

En Euskal Herria, los dos puntos mas activos para la práctica del BDSM —y que cuentan con locales para fiestas— son Bilbao y Pamplona, donde se juntan personas con un abanico de edades muy amplio y sin ningún perfil concreto, ya sean hombres, mujeres, solteros o en pareja. “La verdad es que nos lo hemos montado bien; hay gente que se sube desde Madrid y que nos dice que tenemos un local mejor que muchos de los que hay por allí”, afirma. Además de la estancia principal —con jaulas, cruces, potros, sillas con cadenas y otros artilugios— hay una sala contigua con barra y sofás, y para relacionarse tranquilamente antes de pasar a la acción. Javi afirma que no han recibido quejas del vecindario aunque reconoce que “hubo alguna protesta la tarde que estuvimos montando el mobiliario”.

Si el BDSM ha alcanzado algo más de notoriedad en los últimos años, ha sido gracias al fenómeno de la novela erótica 50 sombras de Grey, trilogía de la que reniega la mayoría de miembros de esta comunidad. “Ha popularizado un poco el tema, pero más bien de postureo”, denuncia Javi, que se indigna porque “se ha tratado de manera incorrecta”. “Me parece denigrante la centralidad de los traumas infantiles en la caracterización del protagonista, cuando la mayoría de las personas que lo practicamos sólo buscamos divertirnos de manera alternativa”, comenta. Una idea que comparte la dómina entrevistada, que va más allá y afirma que 50 sombras de Grey “es el manual completo del maltratador: él presiona a la chica y lo que hacen no es consensuado ni consecuente, mientras que el BDSM solo puede practicarse desde la confianza y el intercambio consciente de poder”. Un fallo de la cultura mainstream al intentar reapropiarse de las prácticas sexuales alternativas en las que los roles no son una reproducción de la cotidianeidad.

Archivado en: Sexualidad
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Sexualidad
Sexualidad El sexo, el deseo y el consentimiento.
En un momento de hipersexualización de todo lo que nos rodea y multiplicación de las relaciones sexuales a través de aplicaciones, el sexo sigue lleno de tabús y lugares incómodos.
Cine
Cine Sydney Sweeney, el quiebre del imaginario que niega la existencia a las mujeres
En su nueva película, ‘Inmaculada’, Sydney Sweeney interpreta a nueva versión de la Virgen, una monja que se queda embarazada sin haber practicado sexo.
Sexualidad
Consultorio de sexualidad ¿Qué tengo si me diagnostican Síndrome de Ovario Poliquístico?
Afecta a entre un 7 y un 13% de las mujeres en edad reproductiva, y el 70% están sin diagnosticar. Pero, ¿qué es el SOP y como podemos apaciguar sus síntomas?
Irán
Irán La muerte del presidente de Irán sacude un escenario internacional convulso
Teherán comunica la muerte de su jefe de Gobierno, Ebrahim Raisi, y su ministro de exteriores, Hossein Amirabdollahian, después de que su helicóptero se estrellara en la tarde del domingo.
Crisis climática
Overshoot Day España entra en déficit ecológico
Este 20 de mayo se cumple el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra en España, lo que significa que el país ya ha consumido el límite de recursos naturales por año que permitiría al planeta regenerarse.
Industria
Transición ecosocial El sindicato ELA se prepara para demandar a la multinacional Stellantis por el cierre de la fábrica Mecaner
Considera que Stellantis ha podido vulnerar derechos básicos como la tutela judicial efectiva y la libertad sindical al empujar a los trabajadores a elegir una indemnización que triplica el mínimo y que implica renunciar a una demanda colectiva.
Fascismo
Visita de Milei Javier Milei y Santiago Abascal: amor al odio y fascismo de mercado
Las ultraderechas son el experimento aún inacabado de la fórmula orgánica mediante la cual el capital concentrado aplicará su programa tras el progresivo agotamiento de la fórmula neoliberal.
Unión Europea
Unión Europea Derechos humanos frente a militarización: 600 entidades interpelan a los partidos ante las elecciones europeas
A tres semanas de las elecciones para el Parlamento de Europa, seiscientas organizaciones no gubernamentales se han unido para exigir una Europa que blinde los derechos humanos ante la escalada en las políticas belicistas.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Europa del Este
Cáucaso Marta Ter: “Chechenia pasó de ser la piedra en el zapato del Kremlin a su principal aliado”
Marta Ter Ferrer, especialista en el Cáucaso Norte relata en su libro ‘La Chechenia de Kadírov’ las duras condiciones de vida que sufre la población chechena bajo el régimen de Ramzán Kadírov.

Últimas

Green European Journal
Green European Journal Agricultores indignados y olas de calor: elecciones en la India
En el contexto de las elecciones de la India, las cuestiones económicas y sociales se entremezclan con las crecientes temperaturas y el declive de las cosechas.
Educación
Recortes Clamor en las escuelas de idiomas del País Valencià contra los recortes
Los recortes de la Conselleria de Educación cara al próximo curso han desatado indignación ante lo que la comunidad educativa considera un ataque a la educación pública.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Memoria histórica
Memoria histórica El Archivo Histórico de Movimientos Sociales toma cuerpo en Alcalá de Henares
Tres años después de su aprobación, a partir de septiembre cualquier persona podrá consultar archivos que, en muchos casos, fueron generados durante la clandestinidad o en el exilio por diferentes organizaciones política y sociales.
Más noticias
Movimiento BDS
Palestina La Universidad Autónoma de Barcelona y la ciencia europea al servicio de Israel
Una investigación destapa los lazos entre la universidad catalana y el entramado universitario israelí, así como sus vínculos con tecnologías armamentísticas.
Represión
Represión policial Andalucía con Palestina señala como “atropello antidemocrático” la actitud policial en una manifestación
Durante la manifestación el sábado 18 de mayo en Sevilla en apoyo a Palestina y por el 76 aniversario de la Nakba, los agentes policiales denunciaron por desobediencia al activista Isidoro Moreno e identificaron y multaron a varias participantes.
Deportes
Deportes Ilegales de Vallecas: rugby de barrio y deporte feminista
Este sábado 18 de mayo tuvo lugar el I Torneo Ilegales en Vallecas, una propuesta para fomentar el tejido social y los lazos entre mujeres de diversas generaciones.
La vida y ya
La vida y ya Acampadas
Alguien anuncia el comienzo del taller y se acerca un montón de gente. Practican cómo resistir de forma activa y no violenta ante la policía.

Recomendadas

Migración
Migraciones Patera vacía: navegando en la necropolítica migratoria
Seguimos a un grupo de gente que se resiste a aceptar el designio de la suerte y del azar que hace que haya víctimas o supervivientes de manera injustamente aleatoria.
Periodismo
Jesús Cintora “Nunca había estado tanto tiempo fuera de la televisión o la radio... no sé por qué será”
El expresentador de Las mañanas de Cuatro publica ‘El precio de la verdad’ (Editorial B, 2024), un ensayo sobre el estado actual del periodismo español.
Migración
Migración y Asilo La Europa Fortaleza ya está en marcha en Líbano
Líbano devuelve 200 refugiados a Siria en el primer retorno supuestamente voluntario desde que Von der Leyen anunciara el pacto anti-inmigración con Beirut.
Entrevista La Poderío
Cristina Consuegra “La cultura es aquello que te posiciona contra la barbarie”
A Cristina Consuegra es difícil encajarla en una cosa. Consuegra es un torbellino de colores que lo lleva to' palante. Lo mismo organiza un festival de cine de índole nacional en los barrios, que la escuchas en la radio, por citar algo. Consuegra es mucha Cristina y Cristina es demasiada Consuegra.