Colonialismo
12 de octubre, nada que celebrar y mucho que reflexionar


Celebración de la Pachamama en el barrio madrileño de Lavapiés
Celebración de la Pachamama en el barrio madrileño de Lavapiés
Yayoflautas
12 oct 2020 12:14

Este 12 de octubre la pandemia provocada por la COVID-19 nos librará de, al menos, una parte de la parafernalia patriótica, el desfile militar: esa exhibición de poderío, intimidación y militarismo que cada año, presidida por el rey, jefe supremo de los Ejércitos y secundada por todas las autoridades, nos recordará quién manda, a qué bandera tenemos que jurar fidelidad, y por qué razones debemos sentir el estremecimiento patriótico de ser españoles. Nos libraremos, también, de ver el cielo contaminado por los aviones de guerra y manchado por los colores de la bandera.

No nos libraremos de una ración extra de banderas en balcones, plazas y medios de comunicación, de alguna exhibición militar, ni de estudiosos y peritos explicando “la gran gesta de la Conquista”, su generosidad y la cultura que llevamos al nuevo mundo. Todo, para celebrar el “Día de la Fiesta Nacional de España”, anteriormente ”Día de la Hispanidad” y “Día de la Raza Española”. Como guinda sobre la tarta patria, es también el día de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil.

La historia la escriben los vencedores y tienen poderosas razones para contarla como la cuentan, para destruir pruebas, para pasar por alto hechos que puedan mancillar su buen nombre. El deber de todo historiador, arqueólogo, investigador, y hasta de cualquier ciudadano, es sospechar del relato oficial e intentar ver otras caras de la realidad. Es un deber no solo de honestidad y de búsqueda de más verdad, sino también de aprendizaje para el futuro, pues según la visión que tengamos de la historia, seremos más o menos capaces de superar retos o de repetir errores.

En este somero acercamiento a la Conquista, doy algunas razones de por qué no es pertinente la celebración del 12 de octubre, de qué podemos hacer para reparar en lo posible esos errores y cómo afrontar el futuro para no repetirlos.

No fue un encuentro de dos mundos

La Conquista no fue un encuentro de dos mundos en el que el reino de Castilla aportó lo mejor de sí mismo, como algunos siguen haciéndonos creer. Fue una empresa comercial con el fin de encontrar una ruta más corta para llegar a hacer negocios con las Indias orientales. La codicia y el poder hicieron el resto del trabajo.

Según algunos historiadores, pudieron morir unos ocho millones de personas de los pueblos originarios, como consecuencia de las guerras y de las enfermedades llevadas por los invasores. Otros dos millones sufrieron la esclavitud. No es extraño, pues, que desde los pueblos originarios se nieguen a celebrar lo que para sus antepasados fue un genocidio y un expolio que se perpetúan hasta hoy.

Todas las guerras necesitan legitimarse y adornarse de nobles motivos, sin los cuales sería imposible cometer las atrocidades que se cometen. En la conquista de América fueron fundamentales dos: una, llevar la religión verdadera y salvar así a los pueblos recién conquistados; otra, llevar la cultura hispana a pueblos sin civilizar, para mayor honra y gloria de la corona.

La perfecta compenetración de la espada y la cruz hizo que todas las tropelías necesarias para someter a los pueblos no fueran sino un mal menor, un efecto colateral no deseado.

Lo que la espada manchaba de sangre, la cruz lo iba limpiando. Ambas razones serían hoy impensables y calificadas de intolerable imperialismo.

Ciertamente, hemos avanzado tanto en la justificación de la guerra como en su capacidad de destrucción. Hoy hacemos guerras en nombre de la libertad, de la democracia, de los Derechos Humanos… ¿Seguiremos celebrando que la Corona española llevó la guerra, la dominación y el saqueo a lo largo y ancho del mundo?

Numerosas calles y plazas de villas y ciudades de España homenajean como héroes y hombres ilustres a alguno de los numerosos conquistadores. Si estos grandes héroes pudieran repetir hoy sus hazañas, serían considerados criminales de guerra. Por tanto, no pueden ser considerados motivo de orgullo, celebración y ejemplaridad. Sus nombres, por mucha pátina patriótica que les apliquemos, están manchados con sangre de inocentes, con el sudor de los esclavizados, con el dolor de los sometidos.

Verdad, justicia y reparación

Tenemos el derecho y el deber de reescribir la historia y releerla. Pero lo que no podemos hacer es poner en marcha la moviola de la historia para que lo que sucedió deje de haber sucedido. Sin embargo sí está a nuestro alcance proponer algunas medidas que puedan paliar el daño hecho a los pueblos originarios y tomar nota para que, en nombre de cualquier ideal, no se siga invadiendo, matando y expoliando a los pueblos. Entre otras muchas, podemos señalar:

  • Abolición del 12 de octubre como fiesta nacional. Están suficientemente expuestas las razones para entender que celebrar el día que comenzó la invasión y expolio de América ofende a millones de víctimas que hoy sobreviven a dicho evento. Debería ser un día para la memoria de lo que nunca más tiene que suceder, y para apoyar las legítimas reivindicaciones de los vencidos.

  • Poner fin a las políticas neocoloniales de las multinacionales. Es bien sabido que empresas españolas como Telefónica, Santander, ACS... siguen financiando y ejecutando proyectos, sin contar con las comunidades afectadas, que una vez más son expoliadas, perdiendo su medio de subsistencia. En todo el continente, líderes que defienden la vida y la tierra contra las multinacionales son perseguidos y asesinados por grupos de poder y con la complicidad de sus propios gobiernos.
  • Denunciar a los gobiernos que ahondan la colonización. Las nuevas élites que se hicieron con el poder tras la independencia no depararon en general mejor trato a los pueblos. Continuó la explotación y la desposesión de la tierra y sus medios de vida. Es muy elocuente el reciente caso de Bolivia, donde el ejército coloca a Jeanine Áñez en el poder y esta lo asume blandiendo una Biblia. De nuevo, juntas, la espada y la cruz. Un golpe militar en nombre de la democracia y la libertad, una aceptación cómplice de los hechos por el gobierno español y parte de la comunidad internacional que no nos deja en buen lugar.
  • Retirada de estatuas de colonizadores y conquistadores. Si la colonización y la Conquista no son hechos modélicos que hoy merezcan su repetición, tampoco sus autores deben ser ensalzados con estatuas o nombres de calles y plazas. Sus estatuas, monumentos y placas deben ser bien protegidos y documentados en “museos de los errores” o de los horrores, para que las nuevas generaciones puedan comprender el daño producido. La destrucción de los mismos, como viene sucediendo en varios lugares, nos privaría de valiosos documentos para comprender la historia, por lo que deben conservarse como se conservan los campos de concentración.
  • Puesta en valor de las creencias y formas de vida de los pueblos originarios. El dios de los ejércitos de los conquistadores, único y excluyente, acabó por legitimar la desposesión de la tierra, la explotación de las personas y la imposición de creencias. La cultura de los conquistadores, predominante hoy en el mundo, nos ha llevado a la emergencia climática y a bordear el colapso ecosocial. Es hora de respetar y poner en valor lo que Pachamama significa para los pueblos, la madre tierra que nos da vida, nos acoge y nos alimenta. En defensa de la tierra y una forma de vida respetuosa con la naturaleza, muchos son amenazados y asesinados, como Berta Cáceres. A ella le ponemos nombre, pero son decenas las personas asesinadas y perseguidas. Como denuncia la organización internacional Global Witness, América Latina es, un año más, junto con Filipinas, la región más peligrosa para las defensoras ambientales.
    Los descendientes de aquellos ”salvajes“ que sobrevivieron a la campaña civilizatoria de la conquista son hoy un referente de sostenibilidad.

      Su ligera mochila ecológica contrasta con nuestra cargada mochila consumista que arruina el planeta. Los   vencidos nos dan hoy lecciones de civilización.

    • Acabar con las celebraciones patrióticas. No conozco ninguna patria que se considere a sí misma pequeña, pobre y mezquina. Todas son grandes, nobles y dotadas de valores superiores. A menudo son tan grandes que no caben en sí mismas y tienden a expandirse con campañas bélicas justificadas en sus esencias y necesidades.
      El dominio de los territorios que creen que les pertenece, la exaltación de la raza y la defensa de la religión forman un cóctel explosivo que amenaza la paz de los pueblos. El nacionalismo patriótico nos ha llevado ya a grandes guerras mundiales y se expande hoy por todo el mundo en numerosos territorios. Patriotismo y militarismo son dos conceptos que van de la mano o, mejor dicho, comparten corazón. La uniformidad, la obediencia ciega, las soluciones autoritarias, la devoción por los símbolos, la conciencia de ser los dueños, la asociación de religión y patria hacen que toda la parafernalia patriótica esté impregnada por lo sublime y lo trascendente. Es incomprensible que haya en España partidos o movimientos sociales que se declaren defensores de los derechos humanos y quieran reivindicar la patria. No existe el buen patriota como no existe el buen violador, porque quien defiende privilegios no defiende derechos humanos. Es muy significativo que los nostálgicos de la España imperial y también de la España franquista tiendan a manifestarse en la Plaza de Colón, llenándola de banderas para dejar bien claro que quien no piense como ellos, quien no sienta como ellos, no es buen español.
      • No más enaltecimiento de los imperialismos y la guerra. Es necesaria una revisión de los textos de historia, que siguen enalteciendo la colonización, para dar una versión más veraz de los hechos, añadiendo la visión de los vencidos, los grupos sociales que se beneficiaron, y quiénes fueron los perjudicados, fomentando una lectura crítica de la historia.
        Para no repetir los errores y los horrores de la Conquista, ciertamente compartidos con todas las potencias coloniales en los cinco continentes y a lo largo de los siglos, es fundamental dejar de dar legitimidad a la guerra y la violencia como formas de apropiación y de posesión. La guerra es un crimen contra la humanidad, y lo ha sido siempre, aunque la cultura patriarcal en la que vivimos inmersos considere grandes hombres de la historia a sus guerreros más sanguinarios. Pensemos en Alejandro Magno, Julio César, Gengis Kan, Napoleón o Hitler. La cultura patriarcal sigue mostrándonos la historia como una sucesión de guerras ganadas por los hombres, donde las mujeres apenas tienen otro papel que ser descanso del guerrero o botín del vencedor. Así, seguimos enseñando la romanización como un gran legado de cultura y arte de un gran imperio sin apenas considerar que ya había culturas en la península con su propio nivel de desarrollo, con identidades particulares, de las que el avasallamiento imperial nos ha privado para siempre. Si la biodiversidad es fundamental para la salud del planeta, la diversidad cultural es básica para hacer frente a los problemas de forma eficaz, creativa, y adaptada a cada realidad. La uniformidad no solo destruye la vida y la cultura, también las posibilidades de supervivencia.

      Qué historia, qué ética, qué modelos enseñamos en los colegios

      Para superar el modelo patriarcal, competitivo, consumista y depredador que nos está llevando al colapso, necesariamente debemos dejar de legitimar los imperialismos y de enaltecer las guerras pasadas, presentes, o futuras. Si el terrorismo y la violencia no son aceptables en las relaciones personales ni en las reivindicaciones políticas, tampoco debe serlo la guerra entre los gobiernos y los pueblos.

      Es muy preocupante la naturalidad conque se juega a construir imperios y matar adversarios, a explotar territorios y esclavos, en juegos presentados como entretenimiento juvenil,

      como Age of Empires, Fornite y tantos otros, donde la violencia y la muerte, cada vez con más realismo, tienen premio.

      A todo ello hay que añadir el empeño del ejército en introducirse en las escuelas con su disfrazada ”cultura de la defensa”, para inculcarnos valores patrióticos. Cabría preguntarse: ¿cuántos de los 21 países en los que el intervencionismo militar español está presente nos han agredido? ¿Cuál de todas las intervenciones militares de los dos últimos siglos ha sido defensiva? Hablemos claro, la cultura de la defensa es la cultura del ataque, de la agresión, del expolio, del dominio. Nadie mejor que los “novios de la muerte” la encarnan.

      Tengamos el valor de decir que hacemos guerras para robar, como dijo Eduardo Galeano.

      Archivado en: Colonialismo
      Sobre este blog
      Antimilitarimo y Noviolencia
      Ver todas las entradas
      Informar de un error
      Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

      Relacionadas

      Instituciones culturales
      Descolonizar el museo Colombia pide a España que devuelva el Tesoro de los Quimbayas
      El Ministerio de Cultura de Colombia solicita formalmente el retorno de la colección Quimbaya que se encuentra en el Museo de América en Madrid.
      Palestina
      Palestina Françoise Vergès: “La liberación de Palestina sería una verdadera sacudida para el mundo”
      La politóloga antirracista Françoise Vergès radiografía el momento de quiebre en el que se encuentra el relato del excepcionalismo occidental que abandera Israel, y analiza los movimientos que le plantan cara desde las acampadas o el Sur global.
      Nacionalismo galego
      Decolonialidade De que falamos cando falamos de descolonizar Galiza e a galeguidade?
      Descolonizar a galeguidade semella un proceso fundamental para continuar construíndo espazos de soberanía e convivencia mais que entendemos por descolonizar Galiza?
      #72022
      15/10/2020 18:02

      Soy mexicano y estoy muy agradecido de todo lo que España trajo a estas tierras. Aunque no lo crean los conquistadores trajeron civilización.

      0
      2
      #72697
      26/10/2020 19:54

      ¿Porqué comentas algo, que a todas luces no has leído? Porque no creo que seas tan torpe, como para no entender lo que dice el texto.

      0
      1
      #71810
      12/10/2020 20:14

      Quizas vea al 12 deosctubre como una guerra ganada por los diversos pueblos originarios. Vencer el dia de la raza, de la xolonizacion, y masacre para dar paso al dia del conocimiento, reclamos, derechos, a la reflexion de las diversidades culturales. Y desde ese punto de vista la construccion de derechos y reflexiónes lagislar esos reclamos visibilizar a todas las comunidades. Entonces se puede xelebrar este dia como una guerra ganada. Vencimos el dia de la raza para darle vida al,dia,del respeto de la diversidad cultural.

      4
      1
      Sobre este blog
      Antimilitarimo y Noviolencia
      Ver todas las entradas
      Periodismo
      Jesús Cintora “Nunca había estado tanto tiempo fuera de la televisión o la radio... no sé por qué será”
      El famoso expresentador de Las mañanas de Cuatro publica ‘El precio de la verdad’ (Editorial B, 2024), un ensayo sobre el estado actual del periodismo español.
      Gobierno de coalición
      Gobierno de coalición Sumar pisa el acelerador y se anima al choque con Sánchez
      En el grupo parlamentario están decididos a aprovechar la crisis de los “días de reflexión” para marcar perfil propio y recobrar iniciativa con medidas de agenda “social y democratizadora”.
      Sanidad pública
      Sanidad Pública Madrid ha aumentado un 140% el presupuesto dedicado a privatizaciones sanitarias en la última década
      Catalunya lidera el porcentaje de gasto en conciertos, con un 22,6%, seguida de Madrid, con un 12,3%, mientras el nuevo proyecto de ley no blinda los contratos con entes privados.
      Contigo empezó todo
      El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
      El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
      Migración
      Migración y Asilo La Europa Fortaleza ya está en marcha en Líbano
      Líbano devuelve 200 refugiados a Siria en el primer retorno supuestamente voluntario desde que Von der Leyen anunciara el pacto anti-inmigración con Beirut.
      Entrevista La Poderío
      Cristina Consuegra “La cultura es aquello que te posiciona contra la barbarie”
      A Cristina Consuegra es difícil encajarla en una cosa. Consuegra es un torbellino de colores que lo lleva to' palante. Lo mismo organiza un festival de cine de índole nacional en los barrios, que la escuchas en la radio, por citar algo. Consuegra es mucha Cristina y Cristina es demasiada Consuegra.

      Últimas

      Cómic
      Cómic ‘Grandville’, de ucronías antropomórficas y viñetas ‘steampunk’ victorianas
      ‘Grandville’, el cómic creado por Bryan Talbot, situó París en una realidad alternativa donde es la ciudad más grande de un mundo poblado por animales, y advirtió del riesgo de creer que los horrores pasados no se repetirán.
      Opinión
      Geopolítica El efecto mariposa en la geopolítica de nuestro tiempo
      El planeta se encuentra inmerso en cuatro encrucijadas, cada una de las cuales por sí misma, tiene la potencia para dislocar el mundo que conocimos.
      LGTBIfobia
      Lesbicidio Cientos de personas en vigilia ante la embajada argentina: “Fue lesbicidio”
      Una vigilia en el centro de Madrid señala la responsabilidad del gobierno de Milei en el asesinato de tres mujeres lesbianas en Buenos Aires que fueron quemadas vivas el pasado 6 de mayo: “Es el responsable”.
      Palestina
      Acampadas pro palestinas La acampada de la Universitat de València cambia de estrategia
      La asamblea anuncia que levanta la ocupación permanente de un espacio del campus y que seguirán realizando acciones de protesta.
      Movimientos sociales
      Opinión Garanticemos la autonomía de los movimientos
      Hay que establecer unas relaciones sanas de respeto mutuo y de no injerencia con los partidos y sindicatos que postulan un cambio social profundo
      Formación El Salto
      Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
      La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
      Sidecar
      Sidecar Fantasmas de 1968
      Las universidades estadounidenses se han transformado paulatinamente en organizaciones policiales y carcelarias público-privadas, que responden ante los benefactores y los políticos, no ante los estudiantes ni el profesorado.
      Neocolonialismo
      Francia El níquel, la batería detrás del proyecto de recolonización de Macron en Nueva Caledonia
      Las protestas de la población canaca se producen contra una reforma electoral que beneficiará aún más a los colonos asentados recientemente en la isla. De fondo están los beneficios de la minería de níquel, que la metrópolis quiere acaparar.

      Recomendadas

      LGTBIAQ+
      Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
      La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.
      Cuidados
      Darcy Lockman “Antes de los niños no hay mucho que hacer y la desigualdad se tolera más fácilmente”
      La psicóloga explica con datos en ‘Toda la rabia’ por qué la crianza intensifica la desigualdad en las parejas pese a todos los incentivos para que los hombres cuiden.
      Instituciones culturales
      Descolonizar el museo Colombia pide a España que devuelva el Tesoro de los Quimbayas
      El Ministerio de Cultura de Colombia solicita formalmente el retorno de la colección Quimbaya que se encuentra en el Museo de América en Madrid.