Historia
La propuesta republicana de Gerardo Pisarello

Un artículo a propósito de La República inesperada (CTXT, 2023) que ha escrito Gerardo Pisarello.
Alegoría de la I República
Alegoría de la I República.

Un buen libro siempre es una manera de afilar una cierta propuesta, ejercitar un determinado análisis o prefigurar una estrategia revolucionaria. Un libro de ensayo de carácter partisano y con mirada histórica no solo aúna todo esto, sino que además su lectura se parece al estudio de una partida de ajedrez.

De la misma manera que los ajedrecistas profesionales estudian las partidas anteriores para mejorar su juego, la mirada histórica, que Gerardo Pisarello vierte sobre la Primera República en La República inesperada (CTXT, 2023) aprovechando los 150 años de su proclamación, ordena una estrategia inequívoca. Puesto que, al sobrevolar los dilemas políticos del movimiento popular republicano que destronó a Isabel II en 1868 y conquistó el gobierno del Estado en 1873 en un contexto europeo reaccionario, aterriza los problemas que debe enfrentar todo bloque histórico. Es una forma de encarar el recordatorio de la Primera República fundamentalmente partisana ya que no hay mejor política de memoria histórica que luchar políticamente por la República.

Así, a la par de un análisis de rigor intelectual intachable, se ofrece un compromiso ético y político del que en muchas ocasiones carece la academia, incluso aquella que se presenta como republicana, en muchas ocasiones vendida al mejor postor, esto es, al bloque de poder mediático y al aparato monárquico universitario.

Por lo que frente a los análisis que contemplan al republicanismo como poco más que una pieza de museo exótica a exponer en la prensa conservadora, o en algún paper polvoriento, Pisarello nos recuerda para que sirve la evocación de un acontecimiento histórico, en este caso la conquista de la República: «la posibilidad de vivir sin monarquía. No solo sin reyes. Sin la monarquía y todo lo que la rodeaba.»

Es por ello que, al pasar revista al bloque histórico que sale a relucir con la revolución gloriosa de 1868, Pisarello enumera los distintos elementos de toda una estrategia republicana que tendrá su oportunidad en 1873. Tanto en la dirección del Estado, con un gobierno republicano, como en la rebelión municipal-popular que supone la revolución cantonal.

Estos elementos estratégicos son los que pesan, por ejemplo, en la corta presidencia de Pi i Margall. Pues a lo largo de cinco semanas de presidencia, entre el 11 de junio hasta el 18 de julio, Pi i Margall arrastrará numerosos éxitos a su carrera política. De hecho, justo antes de llegar al poder, como ministro de gobernación, Pi es el responsable de derrotar sin paliativos el golpe de Estado del 23 de abril de 1873 que, de triunfar, habría convertido la República en apenas un fugaz episodio de tres meses. Pero como aquel genial estratega cartaginés que puso en jaque Roma tras aplastantes victorias en el momento decisivo dudó, esa duda estratégica fue su perdición.

Historia
150 años de la Primera República Castelar vs Pi: cara y cruz del republicanismo español del XIX
Confluyeron en la lucha contra la Monarquía, pero acabaron enfrentados por el fracaso de una Primera República en la que estallaron sus grandes diferencias políticas y sociales.


Pisarello compara los dilemas de Pi con los de Allende un siglo más tarde, como el propio Jutglar señaló en los años setenta. Es una comparación interesante ya que si Pi ponía por delante el reformismo político, la transformación del Estado, Allende operó sobre su anatomía económica. Pero esta dicotomía es más aparente que real como recuerda Joan E. Garcés en su siempre útil Allende y la experiencia chilena (Siglo XXI, 2013 [1976]).

En el caso chileno, el proceso constituyente fue retardado por la falta de mayorías en las cámaras legislativas, el énfasis del Partido Comunista de Chile en la transformación económica, y, sobre todo, en la falta de control del Ejército. Ya que, de hecho, como explica Garcés, el golpe de Estado de septiembre del 73 se lleva a cabo para impedir una convocatoria de referéndum constituyente.

En el caso de la Primera República, el proceso constituyente se iba a llevar a cabo en el primer año del nuevo régimen y, de hecho, iba precedido por las reformas económicas que se iban aprobando sucesivamente. En todo caso, pese a contar en este caso con una mayoría aplastante en el congreso republicano, tras las elecciones de mayo del 73, el problema principal también estribaba en un Ejército repleto de golpistas monárquicos, oficiales corruptos y un Estado Mayor emparentado, y parte de, la oligarquía burguesa y esclavista. Pavía, Martínez Campos y Pinochet no son tan diferentes en ese sentido.

El dilema pues más que estribar en los contenidos políticos y económicos, ya que estos iban relativamente acompasados, se encuentra en la elección de decidir enfrentar los aparatos no democráticos del Estado. Algo que en la segunda experiencia republicana le señalará el dirigente comunista Joaquín Maurín a Azaña cuando éste acometa una reforma que se limita a algunas jubilaciones militares honoríficas en lugar de expulsar la oficialidad reaccionaria del ejército.

Los errores de mantener a generales como Franco, Mola y Sanjurjo, serán para la Segunda República tan caros como para la Primera confiar en Pavía y Martínez Campos. La represión de los cantones valencianos, andaluces y murcianos tan sangrienta como la represión de la comuna de Asturias. De este modo, el ala militar de la reacción pilotó la restauración mucho antes del golpe de Estado de 1936 o 1874. A falta de un rayo que golpeara la columna vertebral del régimen, el Ejército, y su rol como garante del orden social. Como dejara sentenciado Maurín en Revolución y contrarrevolución en España (Ruedo Ibérico, 1966 [1935]): «El revolucionario que se deja guiar por el lado administrativo de los problemas —en realidad, el menor esfuerzo—, está perdido él y contribuye a perder, además la revolución».

La duda perdió a Pi cuando podría haberlo conseguido todo; desbaratar los restos de un ejército roto de abajo arriba, negociar la paz en Cuba y acometer la reforma agraria con las milicias republicanas, el verdadero derecho constituyente en una revolución, respaldándola.

Pero como advirtió Valentí Almirall en un visionario artículo (“La proclamación de la República Federal”, El Estado Catalán, 18 de marzo de 1873) en tiempos revolucionarios sólo vale el adagio de Saint-Just:

«como todo lo que se destruye debe reemplazarse, el ejército mercenario debería serlo por el de ciudadanos, organizado con arreglo a un sistema fijo y determinado y no por la creación de peseteros o cipayos, que sobre no servir para nada bueno, sirven para mucho malo y están siempre dispuestos a fusilar al mismo que les ha creado cuando se trata de hacerles perder el estipendio por que se alquilen (...) Cuando en un país se efectúa una revolución, es preciso aprovechar los primeros momentos para cambiar todo lo que deba cambiarse y para indicar el camino que la misma revolución deba seguir. En períodos revolucionarios, lo conservador es ir siempre adelante.»

Pero como diría Maurín de otro gran revolucionario Pi; «ha sido, porque fue Hamlet en el momento crucial de su carrera de gran revolucionario» (Joaquín Maurín, “Trotski al país d’Hamlet”, Front: setmanari d’avançada, 17 de diciembre de 1932).

Aún así, conviene tener presente que estudiar una derrota no consiste en hacer una apología de ella, al contrario, como tiene presente Pisarello, en el caso de la Primera República: «fue derrotada, pero no fue un fracaso. Por el contrario, deslumbró al mundo por ser uno de los experimentos democráticos más avanzados de su época.»

Un experimento que planteó los elementos para una estrategia republicana: el pacifismo y el antimilitarismo, el internacionalismo, el socialismo y el poder popular, y que de haberse condensado con ese material tan jacobino que es la audacia habría salido de la duda para ser afirmación, cambiando el papel de Hamlet por el de Danton.

Una aleación que podemos encontrar en el libro de Pisarello y observar con admiración en la Francia insumisa de hoy, dónde el consejo de Almirall a Pi, «La república es la revolución, el cambio, y por consiguiente, dentro del sistema republicano, lo más conservador es lo más revolucionario, el cambio completo» (“La República conservadora”, El Estado Catalán, 28 de mayo de 1873), se materializa en una izquierda sin miedo a ser ella misma.

Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Historia
Historia ‘Japó Roig’: la historia olvidada de la izquierda nipona en plena Guerra Fría
Ferran de Vargas publica ‘Japó Roig’ (Manifest, 2024), en el que reconstruye la historia de la izquierda revolucionaria japonesa desde el final de la II Guerra Mundial hasta 1972.
Opinión
Opinión La necesidad de reelaborar la memoria del fascismo italiano
El autor reclama la necesidad de organizar una ofensiva en torno a la elaboración del pasado fascista y la política del recuerdo en Italia.
Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
15/4/2023 17:53

Este libro tiene una pinta más que interesante, pues hace lo que todo republica debe hacer: Utilizar la experiencia de la primera republica, como ejemplo para alcanzar una tercera, dejando claro que no solo se trata de cambiar la jefatura de estado, sino de abrir la casa de la revolución social!

0
0
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Movimiento BDS
Palestina La Universidad Autónoma de Barcelona y la ciencia europea al servicio de Israel
Una investigación destapa los lazos entre la universidad catalana y el entramado universitario israelí, así como sus vínculos con tecnologías armamentísticas.
Migración
Migraciones Patera vacía: navegando en la necropolítica migratoria
Seguimos a un grupo de gente que se resiste a aceptar el designio de la suerte y del azar que hace que haya víctimas o supervivientes de manera injustamente aleatoria.
Periodismo
Jesús Cintora “Nunca había estado tanto tiempo fuera de la televisión o la radio... no sé por qué será”
El expresentador de Las mañanas de Cuatro publica ‘El precio de la verdad’ (Editorial B, 2024), un ensayo sobre el estado actual del periodismo español.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Que no te lo cuenten
Que no te lo cuenten De infiltrados y organizaciones humanitarias
VV.AA.
Destacamos un nuevo caso de agentes policiales infiltrados en movimientos sociales y recordamos que Israel ya lleva 8 ataques a entidades de ayuda humanitaria
La vida y ya
La vida y ya Acampadas
Alguien anuncia el comienzo del taller y se acerca un montón de gente. Practican cómo resistir de forma activa y no violenta ante la policía.

Últimas

Deportes
Deportes Ilegales de Vallecas: rugby de barrio y deporte feminista
Este sábado 18 de mayo tuvo lugar el I Torneo Ilegales en Vallecas, una propuesta para fomentar el tejido social y los lazos entre mujeres de diversas generaciones.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sumar pisa el acelerador y se anima al choque con Sánchez
En el grupo parlamentario están decididos a aprovechar la crisis de los “días de reflexión” para marcar perfil propio y recobrar iniciativa con medidas de agenda “social y democratizadora”.
Más noticias
Cómic
Cómic ‘Grandville’, de ucronías antropomórficas y viñetas ‘steampunk’ victorianas
‘Grandville’, el cómic creado por Bryan Talbot, situó París en una realidad alternativa donde es la ciudad más grande de un mundo poblado por animales, y advirtió del riesgo de creer que los horrores pasados no se repetirán.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Que no te lo cuenten
Que no te lo cuenten De infiltrados y organizaciones humanitarias
VV.AA.
Destacamos un nuevo caso de agentes policiales infiltrados en movimientos sociales y recordamos que Israel ya lleva 8 ataques a entidades de ayuda humanitaria
Opinión
Geopolítica El efecto mariposa en la geopolítica de nuestro tiempo
El planeta se encuentra inmerso en cuatro encrucijadas, cada una de las cuales por sí misma, tiene la potencia para dislocar el mundo que conocimos.
LGTBIfobia
Lesbicidio Cientos de personas en vigilia ante la embajada argentina: “Fue lesbicidio”
Una vigilia en el centro de Madrid señala la responsabilidad del gobierno de Milei en el asesinato de tres mujeres lesbianas en Buenos Aires que fueron quemadas vivas el pasado 6 de mayo: “Es el responsable”.

Recomendadas

Migración
Migración y Asilo La Europa Fortaleza ya está en marcha en Líbano
Líbano devuelve 200 refugiados a Siria en el primer retorno supuestamente voluntario desde que Von der Leyen anunciara el pacto anti-inmigración con Beirut.
Entrevista La Poderío
Cristina Consuegra “La cultura es aquello que te posiciona contra la barbarie”
A Cristina Consuegra es difícil encajarla en una cosa. Consuegra es un torbellino de colores que lo lleva to' palante. Lo mismo organiza un festival de cine de índole nacional en los barrios, que la escuchas en la radio, por citar algo. Consuegra es mucha Cristina y Cristina es demasiada Consuegra.
LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.