Coronavirus
El Gobierno aplaza el paso a adjuntos de unos MIR volcados en la crisis sanitaria

Los Médicos Internos Residentes (MIR) muestran su desacuerdo ante la reciente decisión del Ministerio de Sanidad de prorrogar sus condiciones actuales en vez de contratarles como adjuntos. Tienen claro que ahora “están a lo que están”, pero una vez concluida la crisis del coronavirus, aseguran, revindicarán sus derechos laborales.

La Paz Coronavirus 16-03-20 - 4
La puerta del hospital de La Paz la mañana del 16 de marzo. David F. Sabadell
18 mar 2020 07:00

El Gobierno ha aprobado recientemente una serie de medidas en el ámbito de Sanidad con las que intentar hacer frente a la crisis del coronavirus y reaccionar ante el incremento del personal sanitario que ha sido contagiado —o que ha tenido que ser puesto en cuarentena— en un contexto de saturación de los servicios hospitalarios. Salvador Illa anunciaba, la noche del domingo, que podría movilizar a médicos residentes, jubilados y estudiantes de último año para hacer frente a la situación y para garantizar “la existencia de profesionales suficientes para atender a todas aquellas personas afectadas por este virus”.

Había un punto especialmente conflictivo en el anuncio: el que hacía referencia a la “prórroga de la contratación de los residentes en el último año de formación” en determinadas especialidades. Los Médicos Internos Residentes (MIR) son personal sanitario joven que durante cuatro o cinco años —dependiendo de la especialidad— están formándose, trabajando de manera cada año más autónoma y asumiendo altas responsabilidades en condiciones laborales y salariales que coinciden en señalar como insuficientes. Y lo que viene a decir el anuncio es que, a esas personas que les correspondería pasar a la figura de médico adjunto —más derechos y retribución—, se les puede prorrogar la modalidad de contrato actual. 

“A nosotros nos parece estupendo que contraten a los médicos que acaban, es lo que queremos. Pero lo que nos parece injusto es que, si yo he hecho ya mi formación, tú sigas pensando que soy un médico en formación”, resume Luis Cabezudo, vocal de formación del Colegio de Médicos en Palencia. Los mensajes de indignación en el colectivo coinciden en señalar la medida como una vía para reducir el presupuesto económico en sanidad a costa de los contratos de residentes. “Queremos pensar que no se ha hecho para ahorrar dinero y que, cuando se contrate a estas personas que acaban ahora su residencia, se las contratará como adjuntas”, añade. Pero la orden no es clara al respecto.

El decreto

El texto especifica muy poco sobre en qué condiciones se puede movilizar al personal sanitario. Del concepto “prórroga” se deduce que los MIR que acababan este año su contrato de formación y pasarían a ser adjuntos —Cabezudo cifra la diferencia salarial en unos 1.000 euros al mes— pueden ser retenidos durante más tiempo con el mismo tipo de contrato. “El tema de la prórroga es un problema que ha indignado mucho, porque supone que una persona que lleva casi cuatro o cinco años formándose en una especialidad puede tener un contrato inferior al de una persona sin esa especialidad”, lamenta Jordi (nombre ficticio), quien está haciendo su formación en el catalán hospital de Bellvitge. 

Se refiere al punto del decreto en el que se advierte que se podrá contratar a personas de último grado de año de Medicina —bajo supervisión— y que hace referencia a aquellos que hicieron el MIR el año pasado y aprobaron pero no consiguieron plaza. “Entendemos que esas personas entrarían como adjuntas porque que sepamos es la única forma”, deduce Cabezudo. El Sindicato Médico Andaluz se ha posicionado en esta línea: “No tiene sentido estar contratando a licenciados como adjuntos y, sin embargo, a facultativos que ya han finalizado su formación seguir contratándolas como residentes”, han comunicado recientemente desde el colectivo, añadiendo que confían en que las autoridades rectifiquen “una propuesta que entendemos ha sido un error”.

Grandes organizaciones médicas han trasladado su “desasosiego y malestar” con la medida de no contratar como adjuntos a los MIR y plantear la contratación en dicha categoría a médicos sin formación

Otras grandes organizaciones han apoyado a los MIR. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han respondido a la propuesta del Gobierno con un comunicado en el que reiteran su comprensión hacia la necesidad de tomar medidas excepcionales en el contexto de la crisis sanitaria, pero trasladan su “desasosiego y malestar” con la medida de no contratar como adjuntos a los MIR y plantear la contratación en dicha categoría a médicos sin formación.

Las organizaciones afirman conocer las dificultades actuales para evaluar a los médicos que acaban la residencia e iniciar los trámites para nombrarles especialistas, pero apelan a la búsqueda de “fórmulas alternativas para que los residentes de últimos años, que en los últimos meses tienen un nivel de autonomía equiparable al de los médicos especialistas, no vean menoscabados sus derechos”, ya que “la labor, dedicación, esfuerzo y profesionalidad de los residentes —describen los colectivos— está siendo absolutamente ejemplar”.

mucha responsabilidad y poca correspondencia

Jordi es residente de tercer año y reconocen que en el centro barcelonés están desbordados. “Hay muchos contagios entre el personal sanitario, al final estamos en primera línea y somos los más expuestos, y lo que no puede ser es que nos envíen a la guerra sin los medios adecuados” declara, en referencia a la falta de equipos de protección individual que ha venido denunciando el personal sanitario en los últimos días. “Los políticos dicen estar muy orgullosos de la sanidad y de los médicos, pero eso no sirve de mucho si no nos dan los medios adecuados y si después te tratan como te tratan a lo largo de los años, con condiciones laborales y salariales malas”, dice.

Coronavirus
El personal sanitario permanece en primera fila pero pide más protección
El incremento de personal sanitario que ha dado positivo en covid19 y la falta de material para evitar nuevos contagios vulnera las condiciones laborales del sector que más trabaja en esta crisis sanitaria. Las plantillas piden a los políticos “menos aplausos y más medios”.

Aporta cifras: “En diez años el colectivo MIR ha perdido un 25% de su poder adquisitivo”. El salario base de un residente, el mínimo que se cobra el primer año en todo el país, explica, son unos 950 euros. “Un residente de primer año, que es una persona que ha tenido que hacer un bachillerato y una selectividad excelentes y esforzarse por una nota altísima para conseguir plaza en universidades, cobra menos de 1.000 euros de sueldo base [sin guardias]. Y un R4 [residente de cuarto año], 1.200 euros, cuando hay otros empleados que cobran mucho más asumiendo muchas menos responsabilidades”, añade. “Es algo que nos parece injusto”. En este sentido, una de las demandas del colectivo MIR es que los sueldos se igualen por comunidades autónomas ya que, según un informe del Centro de Estudios CESM Granada existen notables diferencias dependiendo de la ubicación geográfica.

Las guardias es otra de las cuestiones donde se concentran las quejas de los residentes: aparte de exigir la eliminación de guardias de 24 horas o pedir que se apliquen ciertas normativas europeas y estén mejor retribuidas, Jordi hace referencia a una histórica demanda del colectivo médico: que coticen. “De una guardia de 24 horas solo se cotizan ocho, las 16 restantes no cuentan para la cotización ni para el tiempo trabajado de cara a jubilarse, por eso los médicos con el método actual terminamos trabajando cinco años más tarde”, explica. “El problema es que se está manteniendo la sanidad con unos sueldos y unas condiciones low cost para los profesionales que con la crisis sanitaria actual se han acentuado, pero que ya se venían dando”, resume. 

La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia el problema: “Desde la crisis se está manteniendo la sanidad con sueldos y condiciones low cost para los profesionales” 

Para ilustrarlo se remite a un día de guardia “normal” en su centro de trabajo: “En un hospital grande como es Bellvitge, cuando haces una guardia, hay 18 residentes y dos adjuntos. Esa distribución interesa a nivel gerencia de hospitales porque los residentes son mano de obra muy barata”, concluye.

colectivo de difícil unión

“El sentir global es de expectación”, define Cabezudo sobre la percepción de la crisis del coronavirus entre los MIR. Nadie sabe qué va a pasar en el futuro, dice, y las órdenes que les dan cada día pueden dejar de ser válidas al siguiente, algo que no les resulta tranquilizador. “Entendemos que los MIR somos un eslabón de la cadena y nuestra principal aportación va a ser la asistencia, pero sentimos que a nosotros se nos está informando hoy de lo que se sabía ayer. Y queremos tener la información de hoy, porque vamos a trabajar mañana”. También lamenta que no se cuente con ellos para tratar de buscar soluciones en asuntos como la contratación que contempla el decreto: “No sabemos si el coste de nombrarnos adjuntos será asumible o no en un contexto de crisis porque nadie ha hablado con nosotros, de igual forma que nadie nos ha preguntado qué podemos aportar los residentes aquí”, resume. 

Lo cierto es que no existe ningún sindicato de residentes a nivel estatal. “No lo hay, y a la hora de las negociaciones los sindicatos generalistas han dejado a los MIR de lado y han hecho muy poco o nada para mejorar nuestras condiciones”, lamenta Jordi. “Ahora estamos a lo que estamos, pero después de que pase todo esto vamos a exigir mejoras y vamos a hacer todo lo que sea necesario para que esto no siga así”. El problema, reflexiona el residente catalán, es que en el colectivo médico siempre ha faltado cohesión: “No ha habido una unión y se han aprovechado de eso para utilizarnos como mano de obra barata”, sentencia. Cabezudo comparte el sentir: “El peor enemigo de un médico es otro médico”, enuncia, “porque somos incapaces de unirnos para hacer una huelga y, en general, somos malos sindicalistas”.

aplaudir también entonces

La percepción social generalizada de que el médico es un gremio con un sueldo muy elevado y unas condiciones laborales muy óptimas es, insiste Cabezudo, errónea. “Muchos de nuestros compañeros tienen contratos quincenales, pueden llevar años firmando uno cada mes o cada dos meses”, explica. “Estamos en una crisis, y la crisis evidencia que el sistema sanitario se cae porque este está construido sobre una base que es muy poco sólida. Hay servicios donde cuatro personas tienen plaza fija frente a 14 o 16 que están pendientes de una”. La escasez de médico es consecuencia, dice, de que en este tiempo no se hayan sacado contratos estables y de que no haya habido una mayor previsión y no se hayan incrementado el número de plazas.

“La crisis evidencia que el sistema sanitario se cae porque este está construido sobre una base muy poco sólida: hay servicios donde cuatro personas tienen plaza fija mientras 16 están pendientes de una”

“Llevamos mucho tiempo diciendo que nuestros contratos son precarios, que no tenemos estabilidad laboral, que las condiciones de trabajo muchas veces no son buenas y que la carga asistencial por la falta de personal no es normal” enumera el residente de Palencia. Por eso, cuando acabe la crisis, dice, tendrán que plantearse el futuro de la profesión. “Ahora mismo no podemos pedir al Gobierno, sino que tenemos que dar. El problema es que tendríamos que haber pedido antes. Y habrá que pedir después”. La sensación de los jóvenes médicos, resume, es que ahora “se juega el futuro de la salud de todo el país, pero también el futuro de la profesión”.

Por eso, concluye Cabezudo, los MIR esperan que, ahora que se les está valorando, en el momento en el que pase la crisis sanitaria y la situación se normalice, “la misma gente que sale a aplaudir por la noche nos apoye cuando digamos que si no hacemos guardia ganamos 1.000 euros y que queremos unas condiciones de trabajo dignas”. Solo piden, dicen, contratos estables y una sanidad pública de calidad, al tiempo que recalcan que continúan y continuarán con el resto de sus compañeros en primera fila porque tienen claro cuál es su prioridad ahora: salir de esta. Tal y como recuerda el joven médico de Palencia, “cada vez que hay una huelga de residentes —como la del 12 de Octubre en Madrid— el sistema se cae, luego el sistema se basa en gente que está en formación: y eso tampoco debe ser así”.

Jordi insiste: “La gente tiene que conocer las condiciones en las que trabajamos”. Y si las organizaciones y los políticos no hacen caso, adelanta el residente catalán, los jóvenes médicos se organizarán “para que nuestras reivindicaciones no sean pisoteadas una y otra vez como hasta ahora”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Galicia
Redes clientelares La empresa del cuñado de Feijóo obtuvo 200.000 euros en contratos a dedo de la Xunta mientras era presidente
La sociedad de telemarketing, Universal Support, se ha adjudicado 19,2 millones de euros más en licitaciones con la Consellería de Sanidade dedicadas al rastreo de casos de coronavirus durante la pandemia. Algunos de ellos, siendo la oferta más cara.
Opinión
Residencias No tenían por qué morir igual
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso permitió a las personas residentes con seguro privado asistir al hospital y negó la asistencia a las personas que carecían del mismo. Ayuso es el ejemplo de la iniquidad, del desprecio absoluto a los derechos humanos.
#50289
19/3/2020 11:36

Tal cual. Seguid el asunto. Por favor.

0
0
Palestina
Palestina Salamanca y La Rioja se suman a las más de 300 acampadas universitarias contra el genocidio
Estudiantes de ambos centros universitarios instalarán hoy las tiendas, cerca de sus respectivas bibliotecas, impulsados por la chispa que ha prendido alrededor del mundo y coincidiendo con el 76 aniversario de la Nakba.
Videovigilancia
Derechos y libertades Videovigilancia algorítmica en nombre de la seguridad de los Juegos Olímpicos de París
Aunque las autoridades francesas aseguran que no se utilizará el reconocimiento facial durante los Juegos Olímpicos de París, existe el temor de que el uso de la videovigilancia algorítmica se convierta en permanente.
Palestina
Palestina Françoise Vergès: “La liberación de Palestina sería una verdadera sacudida para el mundo”
La politóloga antirracista Françoise Vergès radiografía el momento de quiebre en el que se encuentra el relato del excepcionalismo occidental que abandera Israel, y analiza los movimientos que le plantan cara desde las acampadas o el Sur global.
Industria armamentística
Industria armamentística La Junta de Andalucía reúne en Sevilla a 250 empresas armamentísticas cómplices con el genocidio en Palestina
La Junta de Andalucía organiza la Aerospace and Defense Meetings ADM 2024 en Sevilla que congregará a cientos de empresas armamentísticas en pleno genocidio de Israel contra el pueblo palestino y en un contexto de rearme en la UE
Análisis
Análisis Israel nunca tuvo derecho a existir
Sobre Israel hay quienes se sobresaltan al escuchar que no tiene derecho a existir. Inmediatamente le atenazan décadas de falsos axiomas y propaganda de occidente para sostener su colonia en Palestina.
Agroecología
Día de la Persona Agricultora Milikua: “Las tareas del campo cobran valor cuando las hacen los hombres"
La autora del libro 'Sobre la tierra, bajo la sombra' (Consonni, 2023) reflexiona en el Día de la Persona Agricultora sobre el papel que ha tenido y tiene la mujer en el campo, su representación en los espacios de poder o sobre el Estatuto Vasco de las Mujeres Agricultoras
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas de Madrid escenifican la tragedia de la sanidad pública en una acción sorpresa en el Metro
El próximo domingo 19 de mayo a las 12:00 horas cuatro columnas desde Nuevos Ministerio, Plaza España, Hospital de La Princesa y Atocha partirán hacia Cibeles en la que se espera otra masiva marcha en defensa de la sanidad pública.

Últimas

Sanidad
Sanidad Universal El Gobierno aprueba un proyecto de ley para volver a la sanidad universal
La norma, que deberá atravesar el trámite parlamentario para su aprobación, pretende retornar a la situación anterior a 2012, cuando Rajoy eliminó la universalidad en la atención sanitaria.
Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Catalunya
Catalunya El Senado veta la Amnistía y la Audiencia Nacional intenta que los imputados de Tsunami abandonen el exilio
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, les ha llamado a declarar desde Barcelona el 22 de mayo, antes de que se apruebe la ley. Les imputa terrorismo, un delito por el que no podrían ser amnistiados.
Genocidio
Human Rights Watch Israel ha lanzado al menos ocho ataques sin aviso previo contra organizaciones humanitarias
La organización no gubernamental Human Rights Watch acusa a Israel de atacar centros y convoys de ayuda humanitaria y advierte a los países que suministran armas a las FDI que eso contraviene el derecho internacional.
Palestina
Movimiento BDS Archivada la denuncia por una acción de boicot a McDonald's
Un juzgado de Madrid considera que en el despliegue de la pancarta “Ahora sí, boicot McDonald's. Llámame McGenocidio” no existió delito.
Más noticias
Sidecar
Sidecar Un régimen de guerra global
Los conflictos armados están atrayendo a algunos de los actores más poderosos de la escena internacional, lo cual invoca el espectro de la escalada nuclear.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Gobierno amplía la moratoria hipotecaria unas horas antes de su vencimiento
Cuando faltaban unas horas para el fin de la moratoria hipotecaria que beneficia a 30.000 familias, el Consejo de Ministros aprueba su prórroga hasta 2028. La PAH anuncia que seguirá luchando por una “solución definitiva”.
Sidecar
Sidecar Problema Trump
Los críticos siempre han tratado a Trump como un desgracia que hay que deplorar, más que como un problema que hay que resolver.
Crisis climática
Industria y crisis climática La transición de la industria del acero choca con los límites del hidrógeno verde
La industria siderúrgica debe reducir en un 93% sus emisiones para que el aumento de la temperatura global se mantenga un 1,5º C por debajo de los niveles preindustriales. Y el hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero.

Recomendadas

Genocidio
Movilizaciones Estudiantes por Palestina, el “no en nuestro nombre” global
Las acampadas se extienden por todo el mundo. La represión de algunas de ellas no consiguen limitar el alcance de una forma de protesta que desafía a los Estados y que Israel considera una amenaza que pone en riesgo su impunidad.
Ocupación israelí
Guerra contra Gaza Crece el debate en EE UU por su responsabilidad en la masacre de Gaza
Un informe del Departamento de Estado admite por primera vez que las bombas de 900 kg suministradas por EE UU se han podido utilizar de forma indiscriminada contra civiles.
Salud
Salud perinatal Susana Carmona: “No encuentro nada más feminista que estudiar lo que pasa en nuestros cuerpos”
La psicóloga clínica Susana Carmona recoge en ‘Neuromaternal’ casi todo lo que la neurociencia puede enseñar sobre las madres. Por ejemplo que la maternidad, como la adolescencia, es una época de neuroplasticidad y de adaptación.
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.