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Música
"La música puede acompañar luchas sociales, pero por sí misma no cambia nada"
La rapera argentina Sara Hebe está a unos días de empezar una larga gira por Europa que la llevará a tocar en Santiago de Compostela, Gasteiz, Almería, Suiza o Roma.
La gente te conoce básicamente por tus canciones de rap y cumbia, sin embargo ya hace tiempo que viraste a un estilo un poco más rockero. ¿Cómo reaccionó el público? ¿Te dio vértigo el cambio?
No creo que haya cambiado tanto. Siempre fui muy diversa en cuanto a estilos, ya en el primer disco introduje temas más rockeros. Pero la reacción ha sido buena. A la gente, si le gustan los temas, expresa, se mueve, te lo hace saber.
Estás a unos días de salir de gira. Vas a estar tres meses fuera de casa, viajando por Europa. ¿Cómo afrontas esa gira? ¿en qué lugares vais a estar?
Estamos aprovechando estos últimos días para estar en casa, para despedirnos. Venimos con manager nuevo en Europa, Propaganda pel Fet, y nuestro primer concierto es el 15 de junio. Vamos a estar en Catalunya y en el Estado Español hasta septiembre, pero también vamos a estar en Suiza, y tocaremos en una okupa de Roma. Estamos viendo, también, si armamos un concierto en Alemania. Nos gustaría mucho tocar en alguna sala en Berlín.
Te vimos el verano pasado por estas tierras. ¿Qué novedades nos vas a traer en esta nueva gira?
Es la primera vez que viajo con banda. Empecé sola y el proyecto fue evolucionando, se sumó Ramiro Jota, mezclas y productor del proyecto y de la mayoría de las canciones, luego toqué sola en formato sound system, se sumaron coristas, se fueron, vinieron otras... pero es la primera vez que viajamos con un batería. Con el último disco, que sacamos en 2015, queríamos sonar más fuerte, más rockero, más sucio. Así que decidimos contratar al batería, Ramiro toca en algunos temas el bajo y en otros la guitarra, y vamos a viajar los tres.
Colaboraste con Tremenda Jauría hace unos meses con el tema Bebehacheeme. ¿Con qué otros grupos de por aquí tienes buena onda?
También colaboré con Mafalda el año pasado. Me gusta trabajar con bandas con las que tengo afinidad. Soy muy amiga de las Ira feminista, de Madrid, también hicimos un tema con 'la Basu', una rapera de Bilbo, que sacaremos pronto. Por supuesto me gustaría hacer algo con Ana Tijoux, para mí es un referente.
Es verdad. Nos encantaría oírte con Ana Tijoux. ¿Por qué no habéis colaborado todavía? ¡La tienes cerca!
¿Verdad? Estoy esperando que me invite (risas).
En Europa vas a trabajar con Propaganda pel Fet, una cooperativa discográfica catalana. Qué ejemplos de alternativas a la industria musical capitalista hay allá en Argentina?
No hay ejemplos similares, pero sí bandas independientes que se autoproducen sus discos, como Fun People, que hacen hardcore punk, o los Boom Boom Kids. Lo que sí existe son asociaciones de músicos que invierten los beneficios en editar de forma independiente.
El cooperativismo está extendido en Argentina, se popularizó durante la fortísima crisis económica que sufrió el país
Pero el cooperativismo sí que está extendido, aquí se popularizó durante la fortísima crisis económica que sufrió el país. Se tomaron y recuperaron fábricas y se pusieron en marcha de nuevo, bajo control obrero, como cooperativas. Algunas de estas fábricas colectivizadas no han podido sobrevivir a la subida de precios de los transportes, servicios públicos y del sector energético, que aprobó el presidente Macri el año pasado.
Eres de Trelew, una ciudad del sur tristemente famosa por la masacre, en el año 1972, de 16 presos políticos cuando iban a tomar un avión para escapar. ¿Creciste con ese hecho en la memoria?
Pues, a pesar de que hay un museo sobre la masacre en el aeropuerto, la sociedad argentina del sur es especialmente fascista y muchos jóvenes ni siquiera saben que eso sucedió. Pero sí que es un hecho presente y mucha gente recuerda esta masacre, que fue uno de los primeros hechos brutales de las dictaduras militares. Pero en Argentina, y sobre todo en el sur, vamos mal de memoria, y a este gobierno le interesa bien poco recuperarla. De hecho, el museo está prácticamente abandonado.
Aquí sigue habiendo desaparecidos todos los días, en "democracia" todo el sistema represivo del estado continúa vigente
Ya que hablamos de las funestas dictaduras argentinas y sus secuelas, con Ramiro hicisteis un tema en memoria de los desaparecidos en democracia, Nunca digas nunca, que se incluyó en el documental del mismo nombre. ¿Ha empeorado la situación con el gobierno de Macri?
La canción es un "nunca más" a la dictadura, pero también a la represión. Aquí sigue habiendo desaparecidos todos los días, en "democracia" todo el sistema represivo del estado continua vigente. Ahora sacaron una ley para acortar condenas, de la cual los represores de la dictadura se van a beneficiar para salir de la cárcel. Se está revirtiendo lo que se había conseguido. Así que estamos con marchas en la calle todo el tiempo.
Me moviliza y me parece vital acompañar luchas sociales, por eso, aunque tocamos en salas, lo que realmente nos gusta es tocar en lugares donde hay colectivos en lucha
¿Crees que el hip hop tiene que ser, también, un antídoto contra esta desmemoria que buscan imponer?
Yo escribo desde la desesperanza. No creo que una canción sirva por ella misma, creo que la música puede incidir, acompañar luchas sociales, ser su banda sonora, pero no puede cambiar nada. Soy pesimista en ese sentido. Yo hablo sobre lo que me conmueve. Y a mí me moviliza y me parece vital acompañar luchas sociales, por eso, aunque tocamos en salas, lo que realmente nos gusta es tocar en lugares donde hay colectivos en lucha, que es donde nuestra música cobra sentido.
Por ejemplo, lo que pasó con la canción Asado de Fa, que habla sobre el desalojo de un edificio de pisos. También tocamos en casos como el de Higui, una mujer lesbiana que está presa por haber matado a uno de los 10 hombres que intentaron violarla por su orientación sexual. En Argentina, casi ningún hombre es encarcelado en estos casos, empezando por el asesino de Micaela García, una joven feminista que fue violada y asesinada hace un mes. Pero Higui sí.
Las movilizaciones contra los feminicidios y asesinatos de mujeres son una de las luchas que nos llega con más fuerza desde Argentina.
Es que se está dando una ofensiva conservadora muy fuerte. Se están revirtiendo logros que se habían conseguido con años de lucha, como la Ley de Identidad de Género para personas trans. Y, a la vez, hay muchas manifestaciones de resistencia, como el Encuentro Nacional de Mujeres, los encuentros en diferentes provincias del país, las marchas de Ni una menos o el Paro Mundial de Mujeres, que empezó como una marcha contra el gobierno de Macri y su política machista. Esa es ahora una de las prioridades.
¿Para qué luchas sociales que se están dando en el Estado Español y en Europa os gustaría tocar?
Nos conmueve especialmente la lucha por el acceso a la vivienda, también los problemas que está causando el turismo, algo que también está pasando en Argentina. Me gustó especialmente tocar el año pasado en el Festival da Liberdade en Galicia, cuya recaudación iba para ayudar a los presos. Cuando salimos de gira, entramos en contacto con muchas luchas que no conoceríamos de otra manera. Puede que vayamos a Grecia, a conocer la situación de las refugiadas, a los campos.
Curiosamente tú no vienes del rap, sino del rock. Y además tus referentes suelen ser diferentes de los clásicos del hip hop. ¿Por qué empiezas a hacer rap?
Cuando era pequeña, escuchaba todo lo que llegaba, todo tipo de música, y aunque siempre fuí más de rock, durante una época escuchaba mucho rap, sobre todo a los Beastie Boys. Luego vinieron bandas argentinas con letras más políticas, como las Actitud María Marta, pero en la misma época escuchaba a Nirvana, Todos Tus Muertos y otras cosas más rocanroleras, conocí a Mala Rodríguez, que me encantó... Para mí tienen la misma raíz. Pero entré en contacto con el hip hop sobre todo a través del baile. En esa época hacía también teatro, pero en ninguna de las dos disciplinas encontraba un lugar desde el que hablar, y en el rap lo encontré. Por eso yo no me considero cantante, sino que me animo a cantar y canto.
La clase dominante acabó asumiendo la cumbia, la utilizan para hacer su propaganda política, la banalizan
¿De dónde te surge la idea de mezclar cumbia con rap? ¿Son las músicas populares de los barrios argentinos?
Sí, y aquí el trap está siendo un boom, también, muchos jóvenes de los barrios lo escuchan. En Latinoamérica, la cumbia siempre fue la música de la gente, siempre fue un género barrial, de los márgenes. En ese sentido, era lo que es el rap para muchos. Empecé a rapear con cumbia villera, la cumbia argentina, porque era la música de mi barrio. Pero la clase dominante la acabó asumiendo, la utilizan para hacer su propaganda política, la banalizan. Macri, millonario, bailó una cumbia popular emblemática el día de su investidura.
Tu último disco fue Colectivo vacío (2015). ¿Estáis preparando algo nuevo? ¿Cómo es tu proceso creativo?
Estamos preparando disco para el año que viene, pero aún nos queda mucho trabajo, muchos temas por parir y acabar. Me cuesta hacer canciones nuevas, mi proceso creativo es lento, inconstante. Pero sí vamos a tocar algunos temas en la gira que no tocamos el año pasado, por ejemplo una canción que hicimos para una serie argentina, El Marginal, que está en Netflix. También hay un tema de hace unos años, Viajada, que estamos tocando ahora en los conciertos.
Dices que, ahora, con internet, las discográficas no son necesarias, que para las producciones independientes, internet es más útil. ¿Qué crees que tienes de la industria del rap de siempre y de las nuevas maneras de producir y difundir la música?
Utilizo las redes sociales para dar a conocer mi música, pero estoy chapada a la antigua en este sentido. Suelo ir a contracorriente de lo que se estila ahora, chavales sacando mixtapes a cada rato, canciones nuevas, colgándolas en YouTube... Mi proceso es más lento.
¿Consideras que como mujer y cantante de rap has abierto puertas?
No, para nada. Yo seguí un recorrido que ya estaba empezado por muchas otras mujeres. Yo soy de una época en que había un montón de mujeres haciendo música en Buenos Aires, y detrás de nosotras vienen muchas más, ¡así que está muy bueno!
Me incomoda bastante que me coloquen esa etiqueta, aunque me considere feminista, aunque mis letras sean feministas
¿Qué tal llevas que te etiqueten como "rapera feminista" o que todos te pregunten por tu opción sexual?
Uf, a veces creo que se necesita armar como ese personaje a mi alrededor. No soy un ejemplo de feminismo, me falta mucho por desaprender, por leer. Considero que me posiciono más políticamente por los lugares donde toco que por lo que canto. Me incomoda bastante que me coloquen esa etiqueta, aunque me considere feminista, aunque mis letras sean feministas. Me incomoda incluso más que cuando me preguntan por mi sexualidad.
No soy muy buena hablando de política, pero sí de cómo vivo las cosas, y la sexualidad es algo más personal, da menos miedo hablar de ello. Creo que hay bandas con un discurso mucho más potente que el mío en ese sentido, como Chocolate Remix, que hacen reguetón feminista y también van a estar girando por allá, Sasha Sathya, cantante queer que hace hip hop, trap y cumbia, o la rapera Negrah Liyah.