Música
FRAC: “El parón nos hacía falta, no estamos en la Champions musical”

El parón de la Fundación de Raperos Atípicos de Cádiz tras más de quince años ininterrumpidos de reivindicación andalucista, antifascista, obrera y carnavalesca muestra que corren malos tiempos para la clase media en la industria musical.
La FRAC, en concierto
La FRAC, en concierto. Foto: Antonio Cansino.
4 ene 2024 06:00

La FRAC son unos raperos tan, tan atípicos que lo que hacen no es hip hop, sino “romancero rap reggae dancehall gaditano”. Tras más de 600 conciertos con espíritu carnavalesco y reivindicativo, moviéndose sobre todo por el circuito de la cultura autogestionada y militante, han dicho “hasta luego”. Se tomaron “La Penúltima” con una quincena de bolos antes de un parón indefinido en 2024 para descansar y replantearse el proyecto.

Empezaron en 2007, en pleno “teofilato” en Cádiz y pusieron banda sonora a algunos de los movimientos de cambio que hubo por Andalucía. Su pelotazo, nunca mejor dicho, “Odio eterno al fútbol moderno”, les dio más disgustos que dinero. Han pasado mogollón de cosas en este tiempo, pero ellos, como Eskorbuto, “somos los mismos que cuando empezamos”. La industria de la música, fútbol, el idioma andaluz… son algunos de los temas de la penúltima charla con Karim y Pareja, voces; y Juani, DJ.

¿Por qué el parón, por qué la penúltima?
Karim: Nos hacía falta, llevamos muchos años sin parar y tampoco es que estemos en la Champions League de la música, no nos deja margen a la hora de ganarnos la vida. Lo combinamos con otros trabajos, y cuando tienes que dar la cara en los trabajos de lunes a viernes y el fin de semana salir a tocar, pues ya hay veces que apetece menos. Aparte, le viene bien al proyecto para parar y repensar si queremos seguir haciendo lo mismo o aportar algo nuevo; y para eso hace falta un espacio.
Pareja: Llevamos muchos kilómetros, es un descansito para coger fuerza.

Y el parón que dure lo que tenga que durar.
K: Es que en principio la intención no es dejarlo, quién sabe si el año que viene nos sale una cosa mejor. No tenemos compromiso con nadie, eso es lo bueno, solo nos atamos a la gente que nos sigue, que la hay en todos lados, no tenemos masas, pero sí gente muy fiel.
P: La gente ha recibido muy bien la gira de “la Penúltima”: en Málaga y Sevilla siempre que vamos jugamos en casa, de lujo en Euskal Herria, Asturias, Cantabria, Vallecas, Marinaleda, Cádiz... La verdad es que hemos ido a sitios que ya conocíamos, donde sabes que está tu gente y que son especiales también para nosotros.
K: Además, nos hemos reencontrado con gente que hacía mucho que no veíamos. Con eso del parón ha habido mucha gente que ha hecho un esfuerzo por venir.

Esta penúltima gira ha sido como casi siempre, en centros sociales, salas pequeñas, para colectivos políticos, culturales y sociales.
K: Es que esa es nuestra liga, donde hemos nacido y estamos cómodos. Alguna vez nos han llamado de algún festivalito más grande, alguna cosita. Y de hecho en el 2024 sí vamos a dar un concierto: en el Primavera Sound.
Juani: El show que presenta la FRAC muchas veces funciona mejor en esta liga de espacios pequeños que en festivales: la gente escucha más, está más atenta o conecta de alguna manera con el show.

No me muero por tocar en festivales grandes, pero para todo grupo que te llamen de uno de ellos es un orgullo
Tanto en vuestra manera de funcionar como en vuestro discurso en redes habéis sido siempre muy críticos con el funcionamiento de la industria musical a todos los niveles, muy especialmente con el festivalero. ¿Pensáis que ser así de críticos os ha cerrado puertas en algún momento?

K: Sí se nos han cerrado puertas, pero todo lo que hemos hecho lo hemos hecho con todas sus consecuencias. Yo no me muero por tocar en festivales grandes, pero para todo grupo que te llamen de uno de ellos es un orgullo. Eso es inevitable. Pero yo no me muero por eso.

Lleváis Cádiz por bandera, para empezar en el nombre. ¿Sois profetas en vuestra tierra?
K: No mucho. En Cádiz, igual que en todos lados, tenemos nuestra peñita y ya está; gente que sabe que existimos, pero es mucha más la gente que no nos ha escuchado en su puta vida ni lo va a escuchar.
P: Y ahora con el ayuntamiento que tenemos, pues menos todavía. Tampoco es que con el otro tampoco tuviéramos mucha bola. Pero con este de ahora, ya se acabó.


En el disco LôMuertôppaña (2019) además de cantar en andaluz, pusisteis los títulos en EPA (Êttandâ pal Andalûh). ¿Cómo surge esa decisión?
K: Ha habido cambios y ha tenido un proceso interesante, aunque a raíz de esto también nos han llovido críticas. Siempre hemos apostado por el andaluz, desde antes que existiera el EPA, pero no lo inventamos: en el Carnaval se canta en andaluz, lo que pasa es que no dicen “estamos cantando en andaluz”, sino que usan el idioma en que se comunican en su casa, con su gente. Ese es el estándar de andaluz, no lo que pueden decidir filólogos. Está muy bien y técnicamente está guay. En ese disco escribimos usando el EPA los títulos porque creímos que había que apostar por eso, pero después vimos que no nos era práctico: la gente buscaba los temas y no los encontraba, y no nos convencía ni a nosotros mismos. Al siguiente disco volvimos a escribir los títulos en andaluz intuitivo, que es el que usamos nosotros. Y a partir de ahí hubo gente que saltó con que estábamos renegando del andaluz. ¡Pero si no sé hablar otra cosa!, ¿cómo voy a renegar del andaluz, “carahote”?
P: Nosotros nunca hemos estado en nada por moda. Además, en el momento en que algo se pone de moda, pierde su esencia. ¡Hasta Moreno Bonilla es neo andaluz, “pisha”, habla andaluz perfecto!
K: A raíz de esto se ha creado Andalu-Geeks, una herramienta muy buena, pero se han limitado al EPA. Han pasado de la ZEA, un órgano de todas las propuestas lingüísticas andaluzas (Sociedad para el Estudio del Andalú - Zoziedá pal Ehtudio'el Andalú), también de la Junta de Escritores, que existe desde el 2001. Se lo han saltado y han hecho un transcriptor, que no traductor, porque al final tú lo que escribes es en español y te lo pone después en andaluz EPA. Y a nosotros nos han sacado de eso, ha habido detalles feos como que sacaron una camiseta de grupos en andaluz y no nos llamaron. Pero a estas alturas ya nos la suda, y a ellos supongo que también.

En esta gira tocasteis al final de un partido del Unión Ceares, club de futbol popular de Xixón. Seguís con vuestra apuesta de “odio eterno el fútbol moderno”.
P: Sí, y en Barcelona fuimos al campo del Jupiter, y cuando tocamos en Berlín fuimos a ver al Babelsberg.
K: Es que cuando vamos a cualquier lado miramos quién juega, y si coincide, vamos al campo. Cuando nos entrevistó la revista Panenka fue en el campo del Sant Andreu en un partido contra el Palamós, y nosotros íbamos en el autobús con los hinchas. Al final en todos los sitios donde vamos, si hay una hinchada o algún grupito, viene siempre alguien representando con bufandas o camisetas.
J: Y el Pareja siempre se las arregla para meter en las letras a algún club de la ciudad en la que estemos, a alguna barra, siempre. Está guapo.

Fuisteis uno de los grupos que se popularizó con La Tuerka Rap. Es curioso ver la evolución de toda la peña que fue pasando por ahí…
P: Y al final todo el mundo va para el mismo lado. Se montó una pasarela ahí que se fue de las manos.
K: Muchos protagonismos y muchos ego; y al final cada uno para un lado. Al final uno ha acabado preso, otro ha sido ministro… y nosotros seguimos igual, y casi con los mismos años cotizados.

Seguir igual, ¿es bueno, es malo, o simplemente es?
K: Depende para qué. Económicamente nos gustaría tener un poquito más de estabilidad, porque no tenemos veintitantos años, por suerte no tenemos hijos, porque si no sería impensable. Ahora llevamos un curro muy compatible, el taller de serigrafía Boceto, y vamos tirando, hacemos el material del grupo y para otros. Pero al final necesitamos un trabajo, una nómina, y el tiempo que quede ya si eso para el grupo. Por ahí va lo del parón.

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