Fascismo
Trabajadores de extrema derecha: las lecciones de la Alemania de los 20

Hace 95 años, el discurso de Karl Radek, popularmente conocido como “discurso sobre Schlageter” (Schlageterrede), expuso la necesidad de neutralizar las tendencias fascistas y canalizar a un mismo tiempo a trabajadores y clases medias empobrecidas hacia el comunismo.

George Grosz
Obra de George Grosz.
27 jun 2018 06:17

¿Por qué algunos trabajadores apoyan a la derecha y aún a la extrema derecha? ¿Cómo puede la izquierda recuperar a los trabajadores atraídos por estas fuerzas políticas? Éstas son preguntas que distan de ser nuevas.

Karl Radek realizó un discurso en una sesión abierta del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista —de la que era secretario—, reproducido en Die Rote Fahne el 26 de junio de 1923, hace 95 años, comentando los recientes acontecimientos en la región del Ruhr.

El discurso se centró en la figura de Albert Leo Schlageter, miembro de un Freikorps —milicias reaccionarias y anticomunistas formadas por soldados desmovilizados, una de las bases del nazismo posterior— que fue detenido y ejecutado por sabotear la presencia del ejército de ocupación francés.

La figura de Schlageter fue reivindicada por el Partido de Centro (Zentrumspartei) y el Partido Nacional del Pueblo Alemán (DNVP), de extrema derecha, que hizo correr el rumor de que el ministro del Interior, el socialdemócrata Carl Severing, había estado implicado en su detención. En respuesta, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) protestó contra la ejecución de Schlageter y denunció la instrumentalización que hacía de él el DNVP.

El diputado socialdemócrata Richard Hauschildt advirtió públicamente que la ejecución era insostenible desde un punto de vista jurídico y alertó que soliviantaría los ánimos de los nacionalistas alemanes, empujándolos a acciones todavía más violentas.

El discurso de Radek, popularmente conocido como “discurso sobre Schlageter” (Schlageterrede), se planteaba algunas de ésas preguntas señaladas al comienzo y exponía la necesidad de neutralizar las tendencias fascistas y canalizar a un mismo tiempo a aquellos hombres y mujeres hacia el comunismo con la creación de un frente común en el que cupieran también las clases medias crecientemente empobrecidas, recurriendo, si era necesario, a un vocabulario patriótico, para así ampliar su base y acelerar la revolución.

Tanto el tono del discurso como la estrategia resultante fueron motivo de polémica —al punto de que hay quien lo ha calificado de nacional-bolchevique (otra etiqueta que se ha popularizado estos últimos años en las redes sociales) por su fondo y por su forma (Die Rote Fahne, el órgano de expresión del Partido Comunista Alemán, llegó a reproducir artículos de Ernst Graf zu Reventlow, un conocido reaccionario)—, cuestionándose si este tipo de medidas no terminarían por reforzar a la propia extrema derecha, y fue abandonada pocos meses después.

El avance de los nuevos partidos de derecha en toda Europa hace que el discurso de Radek, y el debate que en torno a él se generó, se torne inesperadamente actual. Con el fin de contribuir a ese debate presentamos esta traducción:

Acabamos de escuchar la completa y penetrante exposición de la camarada [Clara] Zetkin sobre el fascismo internacional, este martillo que —determinado a golpear con fuerza la cabeza del proletariado— afecta en primer lugar a las capas pequeñoburguesas, que se inclinan hacia él en interés del gran capital. Nada puedo mejorar ni añadir al discurso de nuestra veterana dirigente.

No he podido seguirlo siquiera bien, porque constantemente se presentaba ante mis ojos el cadáver del fascista alemán, nuestro enemigo de clase, condenado a muerte y fusilado por los secuaces del imperialismo francés, esta afianzada organización de otra parte de nuestros enemigos de clase.

Durante todo el discurso de la camarada Zetkin sobre las contradicciones del fascismo me daba vueltas en la cabeza el nombre de Schlageter [1] y su trágico destino. Queremos recordarlo aquí, donde asumimos una posición sobre el fascismo. No debemos guardar silencio ante la fortuna de este mártir del nacionalismo alemán, ni dar cuenta de él con una mera frase. A nosotros, al pueblo alemán, tienen mucho que decirnos.

No somos románticos sentimentales de los que olvidan ante el féretro la enemistad, y tampoco somos diplomáticos de los que dicen: en el funeral hay que hablar bien o callar. Schlageter, el valiente soldado de la contrarrevolución, merece que nosotros, soldados de la revolución, lo honremos virilmente. [Friedrich] Freska, con quien compartía ideología, publicó en 1920 una novela que retrata la vida de un oficial caído en la lucha contra la Liga Espartaco. Freska tituló a la novela El errante hacia la nada [Der Wanderer ins Nichts]. Si el círculo de fascistas alemanes que quieren sinceramente servir al pueblo alemán no entienden el sentido del destino de Schlageter, éste ha muerte en vano, y en su monumento deberían escribir: el errante hacia la nada.

Alemania está abatida, derrotada. Solamente los locos creen que la Entente capitalista, victoriosa, tratará al pueblo alemán de modo diferente a cómo el victorioso capital alemán ha tratado al pueblo ruso, rumano. Solamente los locos, o los cobardes, que temen la verdad, pueden creer las promesas de [Woodrow] Wilson, las explicaciones de que únicamente el káiser, y no el pueblo alemán, habrá de pagar por la derrota.

En el Este se encuentra un pueblo en pie de lucha, hambriento y que pasa frío, contra la Entente en 14 frentes: la Rusia soviética. Uno de esos frentes estuvo formado por oficiales alemanes y soldados alemanes. En el Freikorps de [Walter von] Medem [2], que atacó a Riga, luchó Schlageter. No sabemos si el joven oficial entendió el sentido de su acción.

El entonces comisario del gobierno, el socialdemócrata [August] Winnig [3], y el general [Rüdiger] von der Goltz [4] de los Baltikumer,[5] por falta de comprensión, sabían lo que hacían. Querían conquistar el favor de la Entente sirviendo de sicarios contra el pueblo alemán. Para que la burguesía alemana derrotada no hubiera de pagar a los ganadores ningún tributo de guerra, alquiló la joven sangre alemana que había escapado de las balas de la guerra mundial como mercenarios de la Entente contra el pueblo alemán.

No sabemos qué pensaba Schlageter sobre esta época. Su líder, Medem, ha reconocido más tarde que erró por el Báltico hacia la nada. ¿Lo han entendido todos los nacionalistas alemanes? En la ceremonia fúnebre de Schlageter habló el general Ludendorff, el mismo Ludendorff que hasta el día de hoy se ofrece como coronel en la cruzada contra Rusia tanto a Inglaterra como Francia. Schlageter es llorado por la prensa de [Hugo] Stinnes [6].

El señor Stinnes fue incluso socio en Alpina Montana de Schneider-Creusot, el fabricante de armas del asesino de Schlageter. ¿Contra quién quieren los nacionalistas alemanes luchar? ¿Contra el capital de la Entente o contra el pueblo ruso? ¿Con quién quieren aliarse? ¿Con los trabajadores y campesinos rusos para sacudirse juntos el yugo del capital de la Entente o con el capital de la Entente para esclavizar a los pueblos alemán y ruso?

Schlageter está muerto. No puede responder a las preguntas. Ante su tumba, sus camaradas han jurado continuar su lucha. Son ellos quienes deben responder: ¿Contra quién, al lado de quién? Schlageter se marchó del Báltico a la cuenca del Ruhr. No en el año 1923, sino en el año 1920. ¿Sabéis qué es lo que eso significa? Participó en la agresión a los trabajadores del Ruhr del capital alemán, combatió en las filas de las tropas que habían de someter a los mineros del Ruhr a los reyes del hierro y el carbón [7]. Las tropas de [Oskar von] Watter [8], en cuyas filas luchó, dispararon las mismas balas de plomo con las que el general [Jean] Degoutte [9] sofocó a los obreros del Ruhr. No tenemos ningún motivo para suponer que Schlageter ayudó a someter a los mineros hambrientos por razones egoístas.

La vía del riesgo de muerte que eligió habla por él y es testimonio, nos dice que estaba convencido de que servía al pueblo alemán. Pero Schlageter creía que servía mejor al pueblo si ayudaba a apuntalar el dominio de las clases que hasta la fecha habían guiado al pueblo alemán y conducido al mismo a esta catástrofe innombrable. Schlageter vio en la clase obrera a la plebe que tenía que ser dominada.

Y estaba convencido de esa opinión, junto con [Ernst] Graf zu Reventlow [10], quien dejó dicho que toda lucha contra la Entente es imposible mientras el enemigo interior no haya sido derrotado. El enemigo interior, para Schlageter, era la clase obrera revolucionaria. Schlageter pudo ver con sus propios ojos las consecuencias de esta política cuando llegó a la cuenca del Ruhr en el año 1923, durante la ocupación del Ruhr. Pudo ver cómo cuando los trabajadores se unían contra el imperialismo francés ningún pueblo lucha ni puede luchar en el Ruhr. Pudo ver la profunda desconfianza que los trabajadores tienen hacia el gobierno alemán, hacia la burguesía alemana. Pudo ver cómo la profunda división de la nación paraliza su capacidad de defensa. Pudo ver más.

Sus camaradas se quejan de la pasividad del pueblo alemán. ¿Cómo puede una clase trabajadora derrotada ser activa? ¿Cómo puede una clase trabajadora ser activa cuando se la ha desarmado, cuando se le reclama que se deje explotar por chantajistas y especuladores? ¿O acaso debiera la actividad de la clase obrera ser reemplazada por la actividad de la burguesía alemana?

Schlageter leía los periódicos, la misma gente que se presentaba como benefactores del movimiento nacionalista y transferían divisas al extranjero para hacer al Reich pobre y a sí mismos ricos. Schlageter no tenía sin duda ninguna esperanza en estos parásitos, y se ahorró leer en los diarios cómo los representantes de la burguesía alemana, como el Dr. Lutterbeck se dirigía a sus verdugos con el ruego de que permitiesen a los reyes del acero y el hierro barrer con las ametralladoras a los hambrientos hijos del pueblo alemán, los hombres que llevaban a cabo la resistencia en el Ruhr. 

Ahora, allí donde la resistencia alemana, debido a las maniobras del Dr. Lutterbeck, y todavía más a causa de la política económica de las clases poseedoras, se ha convertido en un hazmerreír, preguntamos a las masas sinceras, patrióticas, que quieren luchar contra la invasión imperialista francesa: ¿Cómo queréis luchar, a quién queréis apoyar? La lucha contra el imperialismo de la Entente es una guerra, incluso si los cañones callan en ella. No se puede librar una guerra en el frente cuando hay una insurrección en el interior.

La mayoría del pueblo alemán se compone de personas trabajadoras que deben luchar contra la necesidad y la miseria a las que la burguesía alemana los arroja. Si los círculos patrióticos de Alemania no se deciden a hacer suyos los asuntos de esta mayoría de la nación y establecer un frente contra el capital alemán y de la Entente, entonces el camino de Schlageter fue un camino hacia la nada, y a Alemania, teniendo en cuenta la invasión extranjera y el peligro constante por parte de los vencedores de transformar el campo de batalla en uno de sangrientas luchas internas, le será fácil acabar con ella al enemigo y reducirla a pedazos.

Cuando, después de Jena, Gneisenau y Scharnhorst [11] se preguntaron cómo podía sacarse al pueblo alemán de su derrota, respondieron a esta cuestión: se puede solamente liberando a los campesinos de la servidumbre y la esclavitud. Solamente las espaldas libres de los campesinos alemanes pueden construir los fundamentos para una liberación de Alemania. Lo que fue el campesinado alemán a comienzos del siglo XIX es para el destino de la nación alemana, a comienzos del siglo XX, la clase obrera alemana. Sólo con ella puede Alemania liberarse de los grilletes de la esclavitud, y no contra ella.

Los camaradas de Schlageter hablan de lucha ante su tumba. Juran continuar su lucha. La lucha se dirige contra un enemigo que está armado hasta los dientes mientras Alemania está desmoralizada. Si la palabra lucha no ha de quedar en un término vacío, y no puede sostener a los batallones, ni destruir los puentes, ni hacer saltar al enemigo por los aires ni hacer descarrilar los trenes, y tampoco detener el avance victorioso del capital de la Entente, esta lucha demanda el cumplimiento de una serie de precondiciones. Del pueblo alemán reclama que no rompa con aquellos que no sólo lo llevaron a la derrota, sino que perpetúan esta derrota, esta indefensión del pueblo alemán, tratando a la mayoría del pueblo alemán como al enemigo. Reclama la ruptura con la gente y los partidos cuyo semblante tiene el mismo efecto en otros pueblos que el rostro de la Medusa y que se movilizan contra el pueblo alemán. Sólo cuando las cuestiones de Alemania estén en manos del pueblo alemán, se ofrecerán al pueblo alemán amigos activos. El pueblo más fuerte no puede permanecer sin amigos, menos todavía un pueblo derrotado y rodeado de enemigos. Si Alemania quiere estar en posición de combatir, ha de presentar un frente unido de trabajadores, por lo que los intelectuales obreros deben unirse a los trabajadores manuales en una falange de hierro. La situación de los intelectuales obreros exige esta unidad. Solo viejos prejuicios se interponen en su camino. Unidos en un pueblo trabajador, victorioso, Alemania estará en posición de descubrir enormes fuentes de energía, y la resistencia, de superar todo obstáculo. Una vez la cuestión del pueblo sea la cuestión de la nación, la cuestión de la nación se convierte en la cuestión del pueblo. Unidos en un solo pueblo de obreros en liza, encontrará la ayuda de otros pueblos que luchan por su existencia. Quien no esté preparado par a una lucha así está dispuesto para la desesperación, pero no para un verdadero combate.
Esto es lo que tiene el Partido Comunista de Alemania, esto es lo que tiene la Internacional Comunista que decir ante la tumba de Schlageter. Nada tiene que ocultar porque toda la verdad está en disposición de abrir el camino a las masas nacionales de Alemania, sufrientes, desgarradas, en su búsqueda. El Partido Comunista de Alemania debe decir abiertamente a las masas pequeñoburguesas nacionalistas: quien intente, al servicio de los chantajistas, de los especuladores, de los dueños del acero y el carbón, esclavizar al pueblo alemán, precipitarlo a la aventura, topará con la resistencia de los trabajadores comunistas alemanes. Responderán a la violencia con violencia. Combatiremos con todos los medios a quien se una a los mercenarios del capital por falta de comprensión. Pero creemos que la gran mayoría de las masas nacionales que sienten no se encuentran en el campo del capital, sino en el campo del trabajo. Queremos y haremos que estas masas busquen y encuentren el camino. Haremos todo lo posible para que hombres como Schlageter, que estaban dispuestos a exponerse por el bien común a la muerte, no sean errantes hacia la nada, sino caminantes hacia un futuro mejor de la humanidad unida, que no se derrame su sangre caliente en beneficio de los barones del carbón y del hierro, sino en beneficio del gran pueblo trabajador alemán, que es un eslabón en la família de los pueblos que luchan por su liberación. El Partido Comunista Alemán quiere comunicar esta verdad a las amplias masas del pueblo alemán, porque no es el partido de la lucha por unas migajas de pan del obrero industrial y nada más: es el partido de los proletarios en liza que luchan por su liberación, por una liberación que es idéntica a la libertad de todo un pueblo, de la libertad de todos aquellos que trabajan y sufren en Alemania. Schlageter ya no puede interrogar esta realidad. Estamos seguros que cientos de Schlageter lo harán y la comprenderán.
(Aplauso general del Ejecutivo ampliado.)


[1] Schlageter
Albert Leo Schlageter (1894-1923). Soldado en la Primera Guerra Mundial, posteriormente miembro de varios Freikorps y afiliado del Partido Obrero de la Gran Alemania (GDAP), una organización encubierta del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP). Participó en actividades contra el ejército francés durante la ocupación del Ruhr hasta su detención. Juzgado y condenado a muerte por espionaje y sabotaje por un tribunal militar francés, la pena fue ejecutada el 26 de mayo de 1923 a pesar de las apelaciones desde Alemania y otros países. Rápidamente ensalzado por conservadores y la extrema derecha, la figura de Schlageter fue mitificada por el régimen nazi, que le dedicó hasta un centenar de memoriales y monumentos, la mayoría de ellos desmantelados tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
[2] Walter von Medem
Walter von Medem (1887-1945), periodista, oficial del ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. Lideró el Friekorps que llevó su nombre en el Báltico en 1919, donde liberó Riga del control de las fuerzas revolucionarias. Miembro del Stahlhelm (casco de acero) –organización paramilitar del DNVP– y posteriormente de las SA. Fallecido el 9 de mayo de 1945 en Praga durante la entrada del Ejército Rojo soviético en circunstancias no aclaradas.
[3] August Winnig
August Winnig (1878-1956), sindicalista y escritor socialdemócrata, perteneciente a su ala derecha. Como presidente de Prusia oriental organizó los Friekorps para luchar contra los comunistas. En 1920 apoyó el fallido golpe de Estado de Wolfgang Kapp contra el gobierno socialdemócrata de Gustav Bauer, tras lo cual fue destituido del cargo y expulsado del SPD y el sindicato al que pertenecía.
[4] Rüdiger von der Goltz
Rüdiger von der Goltz (1865-1946). General alemán. Tras la Primera Guerra Mundial organizó a los Freikorps, soldados letones y rusos blancos para combatir la República de consejos que los comunistas letones proclamaron en el país en 1919.
[5] baltikumer
Baltikumer: nombre dado a los soldados alemanes y del Freikorps que combatieron en 1919 tras el fin de la Primera Guerra Mundial en Letonia y Lituania.
[6] Hugo Stinnes
Hugo Stinnes (1870-1924). Magnate alemán. La ocupación del Ruhr afectó a sus negocios. Tras la Primera Guerra Mundial y durante la República de Weimar invirtió en el sector industrial, construcción de maquinaria y medios de comunicación.
[7]
En marzo de 1920, tras el fracasado putsch de Kapp, se produjo una insurrección obrera en la cuenca del Ruhr y miles de trabajadores socialistas de izquierdas, comunistas y anarcosindicalistas, organizados en el recién creado Ejército rojo del Ruhr, formaron consejos obreros y llamaron a instaurar la dictadura del proletariado. Los insurgentes fueron violentamente reprimidos por el ejército, la policía y los Freikorps. La revuelta fue sofocada por completo a comienzos de abril. Se calcula que fallecieron unos 2.000 trabajadores.
[8] Oskar von Watter
Oskar von Watter (1861-1939). Militar alemán. Tras la Primera Guerra Mundial disolvió los consejos de soldados formados en el ejército alemán. Posteriormente responsable de la represión tanto de huelgas como de la insurrección en la cuenca del Ruhr en los años 1919-1920.
[9] Jean Degoutte
Jean Degoutte (1866-1938). General del ejército francés. Tras la Primera Guerra Mundial, uno de los responsables militares de la ocupación de Renania y del Ruhr.
[10] Ernst Graf zu Reventlow
Ernst Graf zu Reventlow (1869-1943). Periodista y militar alemán. De ideología reaccionaria y antisemita, cuando el Partido Comunista Alemán adoptó la 'estrategia Schlageter' artículos suyos llegaron a ser reproducidos en Die Rote Fahne, el órgano de expresión oficial del partido. Tras una etapa como diputado del Reichstag por un pequeño partido reaccionario, Reventlow ingresó en el NSDAP en 1927, alineándose con el ala obrerista de Gregor Strasser y en contra del principio de un liderazgo indiscutible (Führerprinzip) de la corriente mayoritaria. Tras el asesinato de Strasser y otros miembros del NSDAP y las SA en la 'noche de los cuchillos largos' de 1934, fue crecientemente aislado en los círculos del partido.
[11] August von Gneisenau
August von Gneisenau (1760-1831) y Gerhard von Scharnhorst (1755-1813). Militares prusianos que jugaron un papel clave en las guerras contra las tropas francesas del Imperio napoleónico. En 1806 Prusia sufrió una derrota en la Batalla de Jena a manos de Francia, tras la cual emprendió una modernización de su ejército y administración.
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Memoria histórica
Memoria histórica Castilla y León podría haber prevaricado al declarar Bien de Interés Cultural la pirámide fascista de Burgos
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica denuncia por presunta prevaricación al Gobierno de la Junta de Castilla y León, que declaró Bien de Interés Cultural la llamada Pirámide de los Italianos.
Memoria histórica
Memoria Olvidadas por la historia: las mujeres del Patronato
Durante más de cuarenta años, la libertad de miles de mujeres fue arrebatada por el Patronato de Protección a la Mujer. Siguen invisibilizadas por una Ley de Memoria Democrática
Fascismo
Cónclave fascista Neonazis y criminales: nueva convocatoria fascista en Almendralejo
Convocados por la Asociación Cultural Francisco Pizarro, el sábado 13 de abril pretenden encontrarse en Almendralejo personalidades de diversos grupos y organizaciones neonazis.
#19463
27/6/2018 18:28

“Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y, a la vez, a sus mujeres. Esto es totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen”.
General Queipo de Llano 1936"
"Punch a nazi" no es una frase hecha. Si no lo haces pasan cosas.

2
0
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Policía
Espionaje político Juancar, otro policía infiltrado en los movimientos sociales de Madrid
El Salto desvela la identidad del agente policial Carlos P.M., que pasó dos años infiltrado en movimientos sociales de Madrid bajo la falsa identidad de un joven estudiante.
Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Sanidad
Sanidad Universal El Gobierno aprueba un proyecto de ley para volver a la sanidad universal
La norma, que deberá atravesar el trámite parlamentario para su aprobación, pretende retornar a la situación anterior a 2012, cuando Rajoy eliminó la universalidad en la atención sanitaria.
Catalunya
Catalunya El Senado veta la Amnistía y la Audiencia Nacional intenta que los imputados de Tsunami abandonen el exilio
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, les ha llamado a declarar desde Barcelona el 22 de mayo, antes de que se apruebe la ley. Les imputa terrorismo, un delito por el que no podrían ser amnistiados.
Genocidio
Human Rights Watch Israel ha lanzado al menos ocho ataques sin aviso previo contra organizaciones humanitarias
La organización no gubernamental Human Rights Watch acusa a Israel de atacar centros y convoys de ayuda humanitaria y advierte a los países que suministran armas a las FDI que eso contraviene el derecho internacional.
Genocidio
Movilizaciones Estudiantes por Palestina, el “no en nuestro nombre” global
Las acampadas se extienden por todo el mundo. La represión de algunas de ellas no consiguen limitar el alcance de una forma de protesta que desafía a los Estados y que Israel considera una amenaza que pone en riesgo su impunidad.
Sidecar
Sidecar Un régimen de guerra global
Los conflictos armados están atrayendo a algunos de los actores más poderosos de la escena internacional, lo cual invoca el espectro de la escalada nuclear.
Palestina
Movimiento BDS Archivada la denuncia por una acción de boicot a McDonald's
Un juzgado de Madrid considera que en el despliegue de la pancarta “Ahora sí, boicot McDonald's. Llámame McGenocidio” no existió delito.

Últimas

Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Gobierno amplía la moratoria hipotecaria unas horas antes de su vencimiento
Cuando faltaban unas horas para el fin de la moratoria hipotecaria que beneficia a 30.000 familias, el Consejo de Ministros aprueba su prórroga hasta 2028. La PAH anuncia que seguirá luchando por una “solución definitiva”.
Crisis climática
Industria y crisis climática La transición de la industria del acero choca con los límites del hidrógeno verde
La industria siderúrgica debe reducir en un 93% sus emisiones para que el aumento de la temperatura global se mantenga un 1,5º C por debajo de los niveles preindustriales. Y el hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Un vídeo muestra las técnicas violentas de las agencias de desocupación
Una grabación realizada con móvil muestra la utilización de técnicas de violencia física por parte de trabajadores de una empresa de desocupación, un sector que ha escapado hasta ahora de la regulación y cuenta con la complicidad de la Policía.
Elecciones
Elecciones catalanas El triunfo de Sánchez e Illa en el embrollo catalán
Los socialistas derrotan con claridad al independentismo, pero lo tendrán complicado para formar gobierno y la derechización de la política catalana no es una buena noticia para el PSOE.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sanidad pública
Privatización sanitaria Una nueva ley para “limitar” la participación de las empresas en la sanidad pública
El Ministerio de Sanidad lanza a consulta un proyecto de ley de gestión del sistema nacional de salud que pretende poner coto a las privatizaciones aunque sin eliminar esta posibilidad de manera explícita.
Historia
Historia ‘Japó Roig’: la historia olvidada de la izquierda nipona en plena Guerra Fría
Ferran de Vargas publica ‘Japó Roig’ (Manifest, 2024), en el que reconstruye la historia de la izquierda revolucionaria japonesa desde el final de la II Guerra Mundial hasta 1972.

Recomendadas

Ocupación israelí
Guerra contra Gaza Crece el debate en EE UU por su responsabilidad en la masacre de Gaza
Un informe del Departamento de Estado admite por primera vez que las bombas de 900 kg suministradas por EE UU se han podido utilizar de forma indiscriminada contra civiles.
Salud
Salud perinatal Susana Carmona: “No encuentro nada más feminista que estudiar lo que pasa en nuestros cuerpos”
La psicóloga clínica Susana Carmona recoge en ‘Neuromaternal’ casi todo lo que la neurociencia puede enseñar sobre las madres. Por ejemplo que la maternidad, como la adolescencia, es una época de neuroplasticidad y de adaptación.
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.
Barcelona
Barcelona El Lokal se queda en el Raval
En un giro inesperado de su historia, el mítico espacio libertario El Lokal, de Barcelona, ha tenido que decidir si mudarse o firmar un contrato de compra-venta para preservar su espíritu, a ras del Raval.