Estación Lviv. Ucrania - 3
Un grupo de militares patrullan en la estación de Lviv (Ucrania). Axel Álvarez

Guerra en Ucrania
Lviv, estación retaguardia

El periodista de guerra Hibai Arbide Aza relata en esta crónica cómo transcurre la primera semana de conflicto en el embudo logístico de la guerra de Ucrania, situado en el oeste del país.
3 mar 2022 19:00

La ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania, está a unos 70 kilómetros de Polonia. Esa distancia es importante: Lviv —llamada Leópolis en español— es hoy el núcleo de transporte más importante de la guerra. Miles de personas se dirigen hacia la ciudad cada día, especialmente desde las ciudades asediadas de Járkiv y Kyiv y las del centro del país. Según ACNUR, hasta el 3 de marzo, un millón de personas han huido de Ucrania. Desde Lviv parten los trenes, que tienen que multiplicar su capacidad para llegar hasta Polonia. En los compartimentos, diseñados para cuatro personas, hoy viajan ocho. Desde el martes, los trenes viajan sin luces y los viajeros tienen que llevar los móviles y dispositivos apagados.

Pero la de transportar a los desplazados hacia Polonia no es la única función de los ferrocarriles. A través de la estación de trenes de Lviv, que por momentos se convierte en un hervidero de gente, también llegan los primeros paquetes de ayuda humanitaria desde el este polaco. Miles de personas llegan a la ciudad desde el este, donde se encuentra el frente, y otras tantos parten como voluntarios hacia la guerra. A unas cuantas horas de allí se encuentra una base militar desde la que parten las tropas regulares, en el tiempo en el que estuvimos allí partieron dos contingentes hacia el frente. Los soldados nos recibieron nerviosos, les tensaron nuestros equipos y cámaras, pero pudimos hacer nuestro trabajo bajo la promesa de no revelar el emplazamiento de la base.

La presencia del ejército en los puntos emblemáticos de la ciudad es constante. Las alarmas suenan varias veces a lo largo del día, aunque de momento el bombardeo más cercano ha tenido lugar a 140 kilómetros de Lviv. En la noche del 2 al 3 de marzo las alarmas sonaron en las ciudades más importantes del país. A las 2:30h de la pasada madrugada todo el país estaba en alerta. A Lviv llegaron las noticias del bombardeo que, cumplido el toque de queda, apuntó a la estación central de tren de Kiev e impactó en el hotel Ibis. 

Estación Lviv. Ucrania - 1
Los desplazados pasan horas en colas antes de tener un pasaje de tren. Axel Álvarez


Muchas personas se han trasladado temporalmente a Lviv pero, especialmente las de clases más elevadas, aún no tienen intención de salir del país, esperan los acontecimientos en los hoteles y apartamentos del centro de la ciudad. Cuando suenan las alarmas antiaéreas, es habitual ver a esas familias, con sus mascotas, junto a las periodistas desplazadas a Lviv esperando a que pase el peligro en los vestíbulos del hotel. La clase también se plasma en la situación de cada cual en la guerra. Nadie duerme en la calle, pero muchos de los que llegan a la ciudad tiene que pasar la espera en tiendas de campaña, fábricas abandonadas o albergues.

Aunque la ciudad está virtualmente parada, siguen funcionando los servicios y la hostelería, de vez en cuando se ve recorrer la ciudad a trabajadores con las mochilas de servicio a domicilio. Como algunas fábricas, las escuelas y las bibliotecas se han puesto al servicio de las necesidades de la guerra. Una de esas escuelas sirve como residencia para huérfanos de la guerra del este. En la biblioteca municipal se tejen redes de camuflaje, según la responsable del centro, más de 3.000 personas —la mayoría mujeres jóvenes— han pasado por allí para coser. En varias fábricas se están produciendo cócteles molotov en cadena. Cada día salen decenas de cajas de este explosivo, de escasa efectividad, al frente. Forma parte de una estrategia comunicativa con la que el Gobierno de Volodímir Zelenski está pasando con éxito la primera curva de la guerra: la actividad permite que no cunda la desesperación entre los civiles que han visto cómo sus padres, hijos o hermanos han marchado hacia la guerra. 

Estación Lviv. Ucrania - 5
Las carpas de la Cruz Roja reparten comida a las personas que esperan un pasaje de tren. Axel Álvarez

El día a día

Zelenski ha conseguido remontar su carisma, casi inexistente desde su elección y hasta el comienzo de la guerra. En mayo de 2019, el polifacético sexto presidente del país, llegó al Gobierno de Kyiv con tres promesas: poner fin a la guerra del Donbás, atajar la corrupción endémica del país y arreglar la situación económica. Antes de la invasión, no había conseguido ninguno de esos objetivos. Las rupturas del alto el fuego en el Donbás habían aumentado a entre cien y 500 según los verificadores internacionales, la regeneración democráticas estaba empantanada y su Gobierno era el pasto de las protestas de pequeños empresarios y autónomos, que sostenían una acampada en Maidán desde hace más de dos años en contra de una reforma fiscal que les castiga.


Sin embargo, la opinión pública se ha volcado en los últimos días con Zelenski, que ha sabido adaptar su capacidad para la comunicación al deseo de la mayoría de los ucranianos de reafirmación frente a la invasión rusa. En ese sentido, no hay muchas expectativas puestas en las conversaciones para un alto el fuego que han tenido lugar en Bielorrusia. Hay un impás. El hecho de que la población haya absorbido el primer impacto de la campaña rusa ha alejado el fantasma de la capitulación, pero no hay una mirada estratégica compartida, solo el empeño por sacar adelante el día a día en una situación excepcional.

Aunque resulta difícil de creer el ambiente en las ciudades roza, en ese sentido, la euforia. Los informes que habían trascendido antes de la guerra indicaban que la capitulación iba a ser cuestión de horas. Es difícil saber hasta qué punto la resistencia actual se debe al ardor patriótico de los ucranianos o a una decisión táctica del Ejército ruso, que puede ser reacio a llevar la guerra a un escenario urbano, hacerla más cruenta y transformar la situación en irreversible de cara a la comunidad internacional. Pero lo cierto es que el nacionalismo ucraniano ha salido reforzado y hoy es omnipresente. En las radios suenan todo tipo de canciones, en todo tipo de estilos, con Ucrania como protagonista absoluta de las letras. La gente usa el saludo “honor a Ucrania” con total soltura y el uso del ucraniano se ha extendido incluso entre población que hasta ahora era rusófona.

Estación Lviv. Ucrania - 6
Dos jóvenes desplazados se dirigen a la estación de Lviv (Ucrania). Axel Álvarez

Distintivo amarillo

La llegada hasta Lviv muestra hasta qué punto la guerra ha comenzado a ser asimilada por el conjunto de la población. Las milicias, constituidas como Núcleos de Defensa Territorial, se encargan de controlar las carreteras y han establecido check points protegidos por barricadas construidas con maderas y sacos de arena. Las milicias son especialmente visibles en los pueblos y ciudades pequeñas, aunque también se hacen notar en las ciudades. El distintivo amarillo en el brazo, a la altura del bíceps, distingue a los miembros de la milicia. La mayoría visten de paisano, aunque también es frecuente ver a ciudadanos vestidos de cazadores. 

Muchos de ellos llevan fusiles de asalto Kaláshnikov. El Gobierno de Volodímir Zelenski repartió 20.000 fusiles AK47, pero algunos de esos ya están siendo vendidos en las páginas de segunda mano y se sospecha que se están usando también en atracos. La frecuencia de este tipo de asaltos se ha incrementado a medida que la guerra se ha desarrollado. Las dos noticias, sobre la venta de Kaláshnikov y el aumento de los atracos, fueron exclusivas del periodista vasco Pablo González, que hoy permanece detenido de manera ilegal por parte del Gobierno polaco.

Los 70 kilómetros que separan Lviv de Polonia hoy forman un recorrido de coches y gente a pie. Esperar largas colas se ha convertido en la tónica para miles de ciudades ucranianos. Entre esas esperas se vislumbra cierta esperanza de que este episodio termine. Entre muchos de los refugiados que ya han cruzado a Polonia se extiende ese mismo deseo. La guerra acaba de comenzar y el tiempo aun no ha hecho mella. Quien sabe si con suerte, la insólita situación que hoy viven decenas de miles de ucranianos, termina antes de que el tiempo comience a alejarles de lo que un día, hace solo una semana, fueron sus vidas.

Nota
Esta crónica ha sido elaborada por la redacción de El Salto con las notas enviadas por Hibai Arbide Aza desde Lviv (Ucrania) en la mañana del 3 de marzo de 2022. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Gasto militar
Gasto militar El gasto militar mundial batió un nuevo récord en 2023 al aumentar un 6,8%
Crece en todas las regiones y alcanza la cifra de 2,44 billones, según el último informe del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI).
Anticapitalistas
Miguel Urbán “En el inicio de Podemos dijimos que sin autoorganización nos iban a hacer mierda... y nos han hecho mierda”
El eurodiputado más longevo de la llamada política del cambio no repetirá en las elecciones de junio. Miguel Urbán repasa los asuntos más importantes del espacio de la izquierda institucional y las perspectivas de futuro de la Unión Europea.
Pacifismo
Guerra en Europa Prepararse para la paz
El movimiento por la paz en todo el Estado afronta los aires de guerra en el continente sin la fuerza de otros momentos históricos.
Videovigilancia
Derechos y libertades Videovigilancia algorítmica en nombre de la seguridad de los Juegos Olímpicos de París
Aunque las autoridades francesas aseguran que no se utilizará el reconocimiento facial durante los Juegos Olímpicos de París, existe el temor de que el uso de la videovigilancia algorítmica se convierta en permanente.
Industria armamentística
Industria armamentística La Junta de Andalucía reúne en Sevilla a 250 empresas armamentísticas cómplices con el genocidio en Palestina
La Junta de Andalucía organiza la Aerospace and Defense Meetings ADM 2024 en Sevilla que congregará a cientos de empresas armamentísticas en pleno genocidio de Israel contra el pueblo palestino y en un contexto de rearme en la UE
Análisis
Análisis Israel nunca tuvo derecho a existir
Sobre Israel hay quienes se sobresaltan al escuchar que no tiene derecho a existir. Inmediatamente le atenazan décadas de falsos axiomas y propaganda de occidente para sostener su colonia en Palestina.
Agroecología
Día de la Persona Agricultora Milikua: “Las tareas del campo cobran valor cuando las hacen los hombres"
La autora del libro 'Sobre la tierra, bajo la sombra' (Consonni, 2023) reflexiona en el Día de la Persona Agricultora sobre el papel que ha tenido y tiene la mujer en el campo, su representación en los espacios de poder o sobre el Estatuto Vasco de las Mujeres Agricultoras
Policía
Espionaje político Juancar, otro policía infiltrado en los movimientos sociales de Madrid
El Salto desvela la identidad del agente policial Carlos P.M., que pasó dos años infiltrado en movimientos sociales de Madrid bajo la falsa identidad de un joven estudiante.
Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Sanidad
Sanidad Universal El Gobierno aprueba un proyecto de ley para volver a la sanidad universal
La norma, que deberá atravesar el trámite parlamentario para su aprobación, pretende retornar a la situación anterior a 2012, cuando Rajoy eliminó la universalidad en la atención sanitaria.
Catalunya
Catalunya El Senado veta la Amnistía y la Audiencia Nacional intenta que los imputados de Tsunami abandonen el exilio
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, les ha llamado a declarar desde Barcelona el 22 de mayo, antes de que se apruebe la ley. Les imputa terrorismo, un delito por el que no podrían ser amnistiados.

Últimas

Genocidio
Human Rights Watch Israel ha lanzado al menos ocho ataques sin aviso previo contra organizaciones humanitarias
La organización no gubernamental Human Rights Watch acusa a Israel de atacar centros y convoys de ayuda humanitaria y advierte a los países que suministran armas a las FDI que eso contraviene el derecho internacional.
Palestina
Movimiento BDS Archivada la denuncia por una acción de boicot a McDonald's
Un juzgado de Madrid considera que en el despliegue de la pancarta “Ahora sí, boicot McDonald's. Llámame McGenocidio” no existió delito.
Sidecar
Sidecar Un régimen de guerra global
Los conflictos armados están atrayendo a algunos de los actores más poderosos de la escena internacional, lo cual invoca el espectro de la escalada nuclear.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Gobierno amplía la moratoria hipotecaria unas horas antes de su vencimiento
Cuando faltaban unas horas para el fin de la moratoria hipotecaria que beneficia a 30.000 familias, el Consejo de Ministros aprueba su prórroga hasta 2028. La PAH anuncia que seguirá luchando por una “solución definitiva”.
Sidecar
Sidecar Problema Trump
Los críticos siempre han tratado a Trump como un desgracia que hay que deplorar, más que como un problema que hay que resolver.
Más noticias
Crisis climática
Industria y crisis climática La transición de la industria del acero choca con los límites del hidrógeno verde
La industria siderúrgica debe reducir en un 93% sus emisiones para que el aumento de la temperatura global se mantenga un 1,5º C por debajo de los niveles preindustriales. Y el hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Un vídeo muestra las técnicas violentas de las agencias de desocupación
Una grabación realizada con móvil muestra la utilización de técnicas de violencia física por parte de trabajadores de una empresa de desocupación, un sector que ha escapado hasta ahora de la regulación y cuenta con la complicidad de la Policía.
Elecciones
Elecciones catalanas El triunfo de Sánchez e Illa en el embrollo catalán
Los socialistas derrotan con claridad al independentismo, pero lo tendrán complicado para formar gobierno y la derechización de la política catalana no es una buena noticia para el PSOE.

Recomendadas

Genocidio
Movilizaciones Estudiantes por Palestina, el “no en nuestro nombre” global
Las acampadas se extienden por todo el mundo. La represión de algunas de ellas no consiguen limitar el alcance de una forma de protesta que desafía a los Estados y que Israel considera una amenaza que pone en riesgo su impunidad.
Ocupación israelí
Guerra contra Gaza Crece el debate en EE UU por su responsabilidad en la masacre de Gaza
Un informe del Departamento de Estado admite por primera vez que las bombas de 900 kg suministradas por EE UU se han podido utilizar de forma indiscriminada contra civiles.
Salud
Salud perinatal Susana Carmona: “No encuentro nada más feminista que estudiar lo que pasa en nuestros cuerpos”
La psicóloga clínica Susana Carmona recoge en ‘Neuromaternal’ casi todo lo que la neurociencia puede enseñar sobre las madres. Por ejemplo que la maternidad, como la adolescencia, es una época de neuroplasticidad y de adaptación.
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.