Gordofobia
Gordofobia y violencia en el centro de salud

Patricia sufrió en un centro de salud la gordofobia por parte de profesionales sanitarios. Lo cuenta en primera persona.
Centro de salud Orcasitas Coronavirus 1
Un centro de salud de Madrid durante la pandemia. David F. Sabadell
8 oct 2023 06:00

No recuerdo su contexto, pero hay una frase que pronuncia Mónica en la serie Friends que se me quedó clavada en esa parte blandita que se esconde tras las bromas: “Lo hago por la niña gorda que hay dentro de mí”. Siempre he convivido con la percepción de ser “la gorda”, tanto cuando difícilmente llegaba a los 40 kilos, en el prefacio de un TCA que me ha acompañado durante 15 años, como cuando pasé los 90 en el escenario postconfinamiento. En todos esos momentos, tragaba saliva cada vez que en una conversación informal se hablaba del sobrepeso de alguien. Pensaba que el siguiente dardo lo iba a recibir yo.

Mientras me estaban atendiendo ese día, escuché cómo en dos ocasiones al que vamos a llamar enfermero 1 pronunció una frase que rompió todos mis esquemas: “Está con la gorda”

Pocas veces fue así. Supongo que las personas que participaban en esas conversaciones tenían la empatía suficiente para no hacerlo. También creo que, durante muchos años, mi sobrepeso no era tan evidente —o de tal magnitud— para los demás como lo era para mí. El caso es que el aumento de kilos se fue filtrando tan discretamente en la báscula como en las consultas médicas, frecuentes porque tengo una enfermedad neurodegenerativa que requiere seguimiento regular. Se empezó a evidenciar en lo que podríamos denominar “microviolencias”: dar por sentado alimentación o hábitos poco saludables, poner en duda mi palabra cuando hablaba de ellos, hacer ejercicios de inferencia poco rigurosos en términos científicos (tratando de relacionar mi obesidad con situaciones con las que poco o nada tiene que ver), etcétera. Podría extenderme mucho en este punto y supongo que acabaría cayendo en algún vicio salutista para dejar bien claro que estoy gorda, pero que no soy de las gordas sedentarias, como si eso me hiciera merecedora de un tipo de violencia más leve. Spoiler por si todavía piensas esto: tus buenos hábitos no te otorgan más derechos ni te hacen merecer más respeto.

Gordofobia
Tatiana Romero y Alicia Santurde “Vivimos en una sociedad que nos enseña a odiar nuestro cuerpo”
Nace ‘(h)amor gordo’ (Continta me tienes, 2023), un recopilatorio de diez relatos atravesados por la importancia del amor propio en un mundo extremadamente delgado. Dos de sus autoras confiesan que han tenido que transitar un camino hasta reconocerse como gordas y también batallar contra su propia gordofobia.

Estas microviolencias subieron de nivel el pasado 14 de septiembre. Unos días antes me hice una herida un poco fea que requería seguimiento y curas. Mientras me estaban atendiendo ese día, escuché cómo en dos ocasiones al que vamos a llamar enfermero 1 pronunció una frase que rompió todos mis esquemas: “Está con la gorda”, refiriéndose a que una compañera suya se encontraba conmigo, alias “la gorda”. Miré asombrada a mi pareja para comprobar si él había escuchado lo mismo. Efectivamente. Pregunté al enfermero 2 si su compañero había dicho esto. Este negó con efusividad. “Se referirá a otra persona” [#versión1], me dijo una tercera sanitaria, como si eso lo hiciera menos grave. Esta misma enfermera, una persona verdaderamente encantadora que me había curado los días anteriores, salió detrás de nosotros para tranquilizarnos y para tratar de que no me hiriera ese comentario (o al menos eso creo). Me explicó que el enfermero 1 había dicho que me habían atendido a mí estando de guardia [#versión2]. Estaba tan en shock que lo único que pude hacer fue asentir y marcharme de allí. Me sentía agredida.

No quería callarme más. No quería que mi silencio fuera cómplice de una actitud que evidencia perfectamente las estructuras de violencia que sufrimos las personas gordas

En este punto tengo que confesarte que me considero una persona valiente, al menos para algunas cosas. Defender a los demás es una de ellas. Defenderme a mí… no tanto. No nunca, en realidad. Pero no quería callarme más. No quería que mi silencio fuera cómplice de una actitud que evidencia perfectamente las estructuras de violencia que sufrimos las personas gordas. Decidí regresar al centro de salud, con nervios e inseguridad, para intentar hablar con el enfermero 1. Pensé que una conversación honesta con él conduciría, mejor que cualquier tipo de reclamación escrita, a mi objetivo: que se diera cuenta de que no era actitud adecuada y que no la volviera a reproducir. Si el dolor que albergaba en mi interior buscaba desesperadamente que el enfermero 1 me demostrara que no se había referido a mí de una manera tan burda y ruin, que no me había despersonalizado con total indiferencia, casi sin darse cuenta de la gravedad de lo que estaba haciendo, lo que encontré al llegar me sirvió no solo para concluir que lo que habíamos escuchado lo habíamos escuchado perfectamente [con una #versión3 en la que decían que se referían a otra persona a la que habían atendido estando de guardia], sino también para recibir una segunda dosis de violencia, esta vez por parte del enfermero 2, que arremetió contra nosotros iracundo. Gritó, desde que nos vio entrar, que nos habíamos imaginado esas palabras y que, al ir allí de nuevo, estábamos poniendo en duda la profesionalidad del enfermero 1. Por supuesto, se aseguró de dejarme bien claro que tenían cosas mucho más importantes que hacer que escucharme a mí [anulación] y que, por eso precisamente, el enfermero 1, en una demostración patente de cobardía, no iba a recibirme. Nota para el enfermero 1: si no querías admitir lo que habías dicho y disculparte (supongo que por tratarse de una clara vulneración del artículo 5 del Código Deontológico de Enfermería Española), lo mínimo que merecía era que me recibieras.

La gravedad del ataque (su violencia, su irracionalidad, sus gritos) fue de tal magnitud que es difícil de asimilar aun después de haberlo vivido

La gravedad del ataque (su violencia, su irracionalidad, sus gritos) fue de tal magnitud que es difícil de asimilar aun después de haberlo vivido. Creo que, si lo hubieran grabado en vídeo, me seguiría sorprendiendo su virulencia. Él mismo se iba retroalimentando en un proceso de autocombustión. Mis intentos de calmarlo y de conversar con él en buenos términos eran inútiles. Las faltas de respeto, producidas delante de pacientes y sanitarios, no cesaban en un monólogo de agresión intolerable en cualquier escenario, pero mucho más en un centro sanitario público. Algunas cosas que me llamaron la atención.

  • Negó radicalmente mi vivencia, diciendo literalmente que yo iba predispuesta a escuchar eso. Pues no, señor, cuando voy a que me curen lo único que espero es que no me duela mucho. Daba por hecho (¡error!) que las personas que me iba a encontrar tendrían la suficiente educación como para no socavar mi dignidad. Por otro lado, reconocer esas palabras en el enfermero 1 lo hubiera obligado a denunciar esta actitud, de acuerdo con el artículo 61 del citado código deontológico.
  • Trató de dar la vuelta a la situación y convertirme a mí en culpable, siendo él y su compañero las víctimas de un supuesto ataque por mi parte. Considerar la denuncia de una agresión como un ataque hacia el agresor es una actitud muy peligrosa porque vulnera el derecho de las víctimas a denunciar. Por otro lado, culpabilizar a la víctima y poner en duda su capacidad para comprender la situación [luz de gas] es una práctica habitual en las situaciones de maltrato.
  • Minimizó la violencia que vivimos las personas gordas esgrimiendo que con él también se habían metido por ser bajito. La ridiculez de este argumento no necesita mayor explicación.

“Yo es que hablo así, este es mi tono con todo el mundo”. Ratificado por las sanitarias que allí nos acompañaban. No pensaba que fuera necesario explicar esto, pero el “yo soy así” no excusa ni justifica que ejerzas violencia sobre las personas que te rodean. Si tú eres así y no tienes autocontrol suficiente para evitarlo, probablemente no deberías tener un trabajo que requiera estar en contacto con otras personas. Aquí sí estoy cuestionando tu profesionalidad.

Me gustaría destacar una consecuencia muy grave que esto supone para la vida de las personas gordas: le resistencia o la renuncia a buscar asistencia sanitaria por miedo a sufrir violencia en el proceso

Al margen de las medidas legales que tome, me parecía importante compartir mi experiencia por si este relato puede servirle a alguien de acompañamiento o abrir algún espacio de reflexión. También me gustaría destacar, por miedo a que pase inadvertido, una consecuencia muy grave que esto supone para la vida de las personas gordas: le resistencia o la renuncia a buscar asistencia sanitaria por miedo a sufrir violencia en el proceso. La gordofobia es un tipo de discriminación y creo que, tanto por su carácter estructural como por sus consecuencias, debería ser considerada un delito de odio.

Quiero agradecer la comprensión y el apoyo que he recibido por parte de mi pareja, mi madre, mi padre, mi suegra, mis compañeras de trabajo y mis vecinas, que me trajeron unos higos para hacer más dulce el mal trago. Esto lo hago por “la niña gorda que hay dentro de mí”. Y también por la mujer gorda que está fuera, que no va a volver a callarse. Los violentos son ruidosos, pero nosotras somos muchas más.

Archivado en: Gordofobia
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Gordofobia
Gordofobia “No es nada, estás gorda”, y tenía una fisura en el pie
Los problemas médicos achacados al peso en vez de a su razón real o el desprecio en entornos de socialización protagonizan los más de 30 relatos de vivencias del estigma de peso que activistas gordes han leído en Callao.
Gordofobia
Diversidad en la ficción O no existen o no tienen trama: los cuerpos gordos no caben en la ficción audiovisual
Un reciente informe pone en cifras la escasa representación de cuerpos no normativos en la ficción española. Expertas abogan por una mayor presencia de la diversidad corporal en series y películas.
Gordofobia
Trastornos de la Conducta Alimenticia Lucía Lamas: “Todos somos parte y causa del trastorno alimenticio de una persona”
Esta periodista multifacética relata en 'La Gorda' (Avenate, 2023) su vida marcada por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), que se fraguan, asegura, en la más tierna infancia y es donde deberían ir dirigidas las miradas.
Paco Caro
9/10/2023 10:01

Gracias por publicar. Tu experiencia es un ejemplo perfecto de muchos otros tipos de maltrato, que has descrito con claridad con un solo ejemplo, y necesitamos que la sociedad los haga conscientes. Nuestra cultura es maltratadora, pero las culturas cambian a través de la pedagogía. Mucha pedagogía.

1
0
Arabí
Arabí
9/10/2023 8:09

Ánimo, todas merecemos sencillamente ser tratadas como personas, ni más ni menos.

1
0
Policía
Espionaje político Juancar, otro policía infiltrado en los movimientos sociales de Madrid
El Salto desvela la identidad del agente policial Carlos P.M., que pasó dos años infiltrado en movimientos sociales de Madrid bajo la falsa identidad de un joven estudiante.
Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Catalunya
Catalunya El Senado veta la Amnistía y la Audiencia Nacional intenta que los imputados de Tsunami abandonen el exilio
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, les ha llamado a declarar desde Barcelona el 22 de mayo, antes de que se apruebe la ley. Les imputa terrorismo, un delito por el que no podrían ser amnistiados.
Genocidio
Human Rights Watch Israel ha lanzado al menos ocho ataques sin aviso previo contra organizaciones humanitarias
La organización no gubernamental Human Rights Watch acusa a Israel de atacar centros y convoys de ayuda humanitaria y advierte a los países que suministran armas a las FDI que eso contraviene el derecho internacional.
Genocidio
Movilizaciones Estudiantes por Palestina, el “no en nuestro nombre” global
Las acampadas se extienden por todo el mundo. La represión de algunas de ellas no consiguen limitar el alcance de una forma de protesta que desafía a los Estados y que Israel considera una amenaza que pone en riesgo su impunidad.
Sidecar
Sidecar Un régimen de guerra global
Los conflictos armados están atrayendo a algunos de los actores más poderosos de la escena internacional, lo cual invoca el espectro de la escalada nuclear.
Palestina
Movimiento BDS Archivada la denuncia por una acción de boicot a McDonald's
Un juzgado de Madrid considera que en el despliegue de la pancarta “Ahora sí, boicot McDonald's. Llámame McGenocidio” no existió delito.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Gobierno amplía la moratoria hipotecaria unas horas antes de su vencimiento
Cuando faltaban unas horas para el fin de la moratoria hipotecaria que beneficia a 30.000 familias, el Consejo de Ministros aprueba su prórroga hasta 2028. La PAH anuncia que seguirá luchando por una “solución definitiva”.

Últimas

Crisis climática
Industria y crisis climática La transición de la industria del acero choca con los límites del hidrógeno verde
La industria siderúrgica debe reducir en un 93% sus emisiones para que el aumento de la temperatura global se mantenga un 1,5º C por debajo de los niveles preindustriales. Y el hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Un vídeo muestra las técnicas violentas de las agencias de desocupación
Una grabación realizada con móvil muestra la utilización de técnicas de violencia física por parte de trabajadores de una empresa de desocupación, un sector que ha escapado hasta ahora de la regulación y cuenta con la complicidad de la Policía.
Elecciones
Elecciones catalanas El triunfo de Sánchez e Illa en el embrollo catalán
Los socialistas derrotan con claridad al independentismo, pero lo tendrán complicado para formar gobierno y la derechización de la política catalana no es una buena noticia para el PSOE.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sanidad pública
Privatización sanitaria Una nueva ley para “limitar” la participación de las empresas en la sanidad pública
El Ministerio de Sanidad lanza a consulta un proyecto de ley de gestión del sistema nacional de salud que pretende poner coto a las privatizaciones aunque sin eliminar esta posibilidad de manera explícita.
Historia
Historia ‘Japó Roig’: la historia olvidada de la izquierda nipona en plena Guerra Fría
Ferran de Vargas publica ‘Japó Roig’ (Manifest, 2024), en el que reconstruye la historia de la izquierda revolucionaria japonesa desde el final de la II Guerra Mundial hasta 1972.
Energías renovables
Renovables La empresa eólica que explota el monte Acibal sigue trabajando pese a la paralización decretada por el TSXG
La plataforma Amil sen Eólicos y la organización ecologista Adega demandan al Tribunal Superior que disponga fuerzas de seguridad pública en la zona para verificar qué tipo de tareas se están realizando y si cumplen con el auto de paralización.

Recomendadas

Ocupación israelí
Guerra contra Gaza Crece el debate en EE UU por su responsabilidad en la masacre de Gaza
Un informe del Departamento de Estado admite por primera vez que las bombas de 900 kg suministradas por EE UU se han podido utilizar de forma indiscriminada contra civiles.
Salud
Salud perinatal Susana Carmona: “No encuentro nada más feminista que estudiar lo que pasa en nuestros cuerpos”
La psicóloga clínica Susana Carmona recoge en ‘Neuromaternal’ casi todo lo que la neurociencia puede enseñar sobre las madres. Por ejemplo que la maternidad, como la adolescencia, es una época de neuroplasticidad y de adaptación.
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.
Barcelona
Barcelona El Lokal se queda en el Raval
En un giro inesperado de su historia, el mítico espacio libertario El Lokal, de Barcelona, ha tenido que decidir si mudarse o firmar un contrato de compra-venta para preservar su espíritu, a ras del Raval.