Barro, alma y fútbol
Trincheras en la cancha

Más allá de su parte más visible y superficial, el fútbol constituye un espacio de construcción de alternativas políticas comunitaristas.

Barro, alma y fútbol V
1923 FA Cup Final. Scanned in from The History of the Wembley FA Cup Final by Andrew Thraves
18 ene 2018 10:00

Que el fútbol moderno, o al menos la parte más visible y superficial de este fenómeno, está al servicio de las élites y del mantenimiento del statu quo, es algo innegable. Pero también lo es que este deporte, y los diversos espacios, costumbres y acontecimientos que lo conforman, nos brindan múltiples oportunidades para la construcción de alternativas políticas comunitaristas, y para el ensayo de prácticas culturales contrahegemónicas.

A menudo, ideas como éstas acaban sepultadas bajo el peso de un cierto "cuñadismo de izquierdas", que se niega a cualquier revisión del dogma anti-futbolístico por antonomasia, producto privilegiado de la pereza intelectual que aún arrastramos como consecuencia de nuestra derrota histórica. Este dogma, repetido una y mil veces acompañado de grandes dosis de condescendencia no es otro que "el fútbol es el opio del pueblo".

Lo cierto es que el fútbol, en su origen, fue creado por las élites británicas, pero se vio rápidamente conquistado por las clases trabajadoras a la par que se arrancaba una conquista de la lucha, el fin de semana. Aparecía así como un espacio de ocio y sociabilidad de la clase obrera, "un juego de caballeros disputado por villanos", como reza el célebre aforismo anglosajón. De hecho, el origen de muchos clubes tiene mucho que ver con la fábrica, como es el caso del Manchester United, fundado por ferroviarios, o el West Ham, por trabajadores del puerto. 

Barro, alma y fútbol VI
Manchester United FC 1908-09 posando con los trofeos ganados esa temporada

El fútbol se transformó en una vía para salir del ambiente viciado de la fábrica, para trabajar en equipo e, incluso, para algunos trabajadores, en un medio para mejorar sus condiciones de vida. Todo ello bajo la mirada cada vez más despectiva de las clases dominantes, que observaban la identificación de la clase trabajadora inglesa con el fútbol en un marco social y político que simultáneamente encasillaba a la clase media en la práctica de otros deportes como el cricket, el rugby y el tenis.

Sin embargo, 100 años después, el neoliberalismo contraataca y se hace con el control de un deporte que era orgullo del barrio y de la clase, para convertirlo en un negocio cargado de individualismo. Este secuestro de un deporte que era nuestro por parte de las élites, que lo entregan a especuladores sin escrúpulos, capas medias que pueden permitirse pagar el precio de entradas cada vez más caras (entre 1990 y 2008, el precio medio de una entrada de fútbol subió un 600% en Inglaterra), acaba transformando los estadios, que antes eran centros de comunidad, en centros comerciales. En su Programa para el futuro del fútbol, la Federación de Fútbol afirmó que este debe atraer a “más consumidores pudientes de clase media” 1

Bajo la dictadura del capital, todo ese patrimonio de las de abajo se convierte en mercancía: los clubes, los jugadores, los estadios. Mientras que palcos como el del Bernabéu se erigen en paradigma de esa fusión entre negocios y política al servicio de los mercados.

Jugadores franquicia, clubes que se pueden mover de ciudad, agentes que hacen y deshacen, fondos de inversión, horarios imposibles; una  grieta cada vez mayor entre el fútbol y las clases populares. Muchas ni siquiera pueden ver jugar a su equipo, a no ser que se gasten un dineral en un canal de pago. Precisamente, la ingente cantidad de dinero que se mueve en el fútbol, a raíz de la burbuja de los derechos televisivos, ha desarraigado a los equipos de sus comunidades locales. Los clubes se han convertido en los juguetes de caciques y oligarcas de todo pelaje, y, con jugadores que ganan cantidades desorbitadas, estos están cada vez más desligados de sus raíces de clase trabajadora.


Odio eterno al fútbol moderno

Cambiando de perspectiva, y tirando de optimismo, del optimismo de la voluntad de las personas que se embarcan en la construcción de alternativas, "el deporte rey" nos da pie y campo para maravillosas experiencias de solidaridad y de construcción de comunidad.

El fútbol, además, nos enseña algo sobre la construcción perdurable de identidades compartidas. En un mundo en el que la clase obrera ha renunciado a su identidad, hastiada por las derrotas, nos seguimos sintiendo celtistas, rojillos, béticas o rayistas a pesar de éstas. Quizás, como hinchada y como clase, perdonamos las derrotas peleadas, pero no podemos perdonar la traición.

Barro, alma y fútbol VI

"Odio eterno al fútbol moderno". Ese es precisamente el lema de un vasto movimiento que promueve la democratización del fútbol, y que tiene en los clubes de accionariado popular una de sus derivaciones más interesantes: como ejemplos de democracia directa, de empoderamiento popular y vecinal, e incluso, de construcción de redes de solidaridad y de autogestión. 

El fútbol es hijo del pueblo, del espíritu de equipo y de la elaboración colectiva. El fútbol popular es esto, dentro y fuera de la cancha.

Quizás, la tarea aún pendiente sea la de cruzar ese "río de fuego", con el que William Morris definía el paso de la nostalgia romántica a la lucha decidida por el socialismo 2, y conseguir un cambio cualitativo en la comprensión de las relaciones entre nuestro fútbol y nuestra vida, entre su fútbol y nuestras vidas.
Porque, en definitiva, la lucha de pases es la lucha de clases, y los campos de fútbol siguen siendo un buen lugar para cavar trincheras.


1 Jason Cowley, The Last Game: Love, Death and Football, Londres, 2009, p.236.Citado en Chavs, Owen Jones.
2 "The Prospects of Architecture", Works, vol. XXII, p. 131

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Fútbol
Fútbol Dónde juegan quienes juegan
De mi infancia, casi recuerdo pasar más tiempo en las pistas de “futbito” del barrio que en el salón de mi casa.
Deportes
Fútbol na lama contra a morte do rural
Barciademera celebra cada ano un evento deportivo que involucra a todos os veciños desta vila de 300 habitantes.
Deportes
FC Ambigú, la supervivencia del deporte base

Los clubes de deporte base, muy arraigados en asociaciones vecinales o centros educativos, han dado el paso a la gestión de instalaciones municipales sin regularización y más corazón que medios. El voluntarismo y el desconocimiento de la legislación hacen necesaria una adecuación para adaptarse a la legislación en este ámbito que, en la gran mayoría de las situaciones, caen en saco roto. Esto, junto a la falta de financiación al deporte base, hacen del ambigú de los centros deportivos la salvación económica que los clubes necesitan para subsistir, con mayor dedicación que a su propia actividad.

#6958
19/1/2018 1:19

Esta bueno, tambien seria un tema cómo se ha vuelto imposible / muy dicificil encontrar espacios publicos y gratuitos donde jugar. En los 80, en argentina siempre jugabamos en las plazas y habia hasta canchas gratuitas con arco (con poco pasto o de tierra claro). O como ese individualismo y la frustración social se canalizan tambien en el juego amateur. Saludos

2
1
L'Archange de la Terreur
18/1/2018 21:29

Cuando Marcelino Camacho y muchas otras personas impulsaron las comisiones obreras desde dentro del sindicato vertical franquista alguno dijo no sé qué de la basura también

1
0
#6941
18/1/2018 21:26

Póngale un 'fascista' a todo para resolver el problema. No has entendido nada del artículo, compañerx.

1
0
#6937
18/1/2018 20:02

Fútbol es basura fascista y punto. No me lo pintes bonito, que de eso ya se encarga el sistema.

4
23
#6945
18/1/2018 21:50

Brillante argumentación!! Te ha salido a ti solito o te han ayudado otros intelectuales???

11
2
#7136
21/1/2018 13:12

"y punto"...

2
1
#7977
7/2/2018 16:45

Fascista? Creo que deberias de informarte un poco. El futbol como cualquier deporte u ocio es alienador siempre que sea controlado desde arriba, en este caso por federaciones y presidentes mafiosos.¿Y que el futbol siendo el deporte que mas gente mueve sea el mas mafioso y mas usado para dormir conciencias? Pues tambien. Por eso, algunos luchamos por un futbol del pueblo y para el pueblo en las gradas y en las calles. ODIO ETERNO AL FUTBOL MODERNO.

0
1
#17978
4/6/2018 10:40

Te recomiendo que leas "ST. PAULI, otro futbol es posible" o "Opio errebeldea". Como dice "mi compañero" el futbol no es el problema, sino los fascistas que lo corrompen y lo usan para hacer todo tipo de negocios. Futbola herritik eta herriarentzat! El futbol por y para el pueblo! ODIO ETERNO AL FUTBOL MODERNO.

1
1
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza La comunidad palestina demandará al Gobierno español por incumplir la Ley de Comercio de Armas
El Gobierno sigue sin romper las relaciones militares con Israel y sigue permitiendo el tránsito de armas por territorio español, denuncia la comunidad palestina de Catalunya, que llevará al Ejecutivo central a los tribunales.
Ocupación israelí
GENOCIDIO EN GAZA La UPV/EHU recibirá 4,2 millones por colaborar en nueve proyectos europeos con Israel
Hasta tres universidades, así como cuatro entidades gubernamentales de Israel, acompañan a la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea en iniciativas de la Unión Europea donde participan además empresas que contribuyen al genocidio.
Palestina
Palestina Mustafa Barghouti: “Tiene que haber un embargo militar inmediato contra Israel”
El líder de Iniciativa Nacional Palestina saluda el reconocimiento del Estado por parte de tres países europeos pero exige que los gobiernos tomen nota de las demandas de los pueblos que piden medidas de boicot para aislar al régimen de Netanyahu.
Urbanismo
medio ambiente El mar no espera: retrato de la regresión del litoral alicantino
La línea de costa mengua año tras año a causa de temporales marítimos y los estragos que generan diques, puertos, y espigones en las corrientes, que modifican la superficie arenosa.
Estados Unidos
Estados Unidos Trump es declarado culpable de 34 delitos, pero la condena no le impedirá presentarse en noviembre
El expresidente republicano hizo pagos a dos mujeres para encubrir sus relaciones sexuales y falsificó esos pagos en los documentos de su campaña presidencial de 2016. La sentencia será leída en julio.
Energías renovables
Energía y territorio Avalancha de macroparques solares en suelo rústico en Mallorca
La plataforma Renovables sí, però així no reclama una moratoria para frenar los más de 70 proyectos en tramitación que amenazan el campo isleño.
Especulación inmobiliaria
Gentrificación ¿Por qué se levanta Lavapiés?: “Esta manifestación es solo el principio”
El tejido social del barrio convoca la gran manifestación del 1 de junio para visibilizar la recuperación de la movilización vecinal y denunciar la turistificación, la destrucción de los servicios públicos o el racismo institucional

Últimas

Educación infantil
Educación en Madrid Cierra una escuela infantil pública de Arganda por falta de personal
El centro, gestionado por la empresa Atreyu Blota Carto, cuenta con más del 45% del personal de baja y sin reposición de puestos. 170 familias llevan sin clase desde el jueves.
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza El sonido de las bombas en Gaza irrumpe en las calles de Logroño
Una quincena de activistas acampados en la Universidad de La Rioja ha trasladado el sonido de las bombas que día a día resuenan en Gaza a las calles de Logroño
Violencia machista
Precariedad laboral Huelga de 24 horas en el servicio de atención a las víctimas de violencia machista en Madrid
Las trabajadoras denuncian que el problema, que ya provocó paros parciales y concentraciones, se enquista. Las trabajadoras de la red denuncian falta de personal, de medios y de alojamientos para atender a las mujeres y sus hijos e hijas.
Sanidad
Sanidad pública de gestión privada El Hospital del Vinalopó seguirá privatizado pese a las 15.000 firmas en contra
Este viernes 31 de mayo finaliza el plazo para que se inicien los trámites de reversión al sistema público que el gobierno de Mazón no activará pese a la ausencia de informes que avalen la prórroga de la concesión.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina “Hay que seguir dando pasos para hacerle sentir a Israel como nos sentimos nosotros: solos y abandonados”
Muawia y Juan, palestino e israelí, han encontrado en la acampada por Palestina de la Universidad de Jaén, un espacio de encuentro que difícilmente podrían tener en su tierra. Un lugar seguro para resistir conjuntamente los envites de la ocupación y
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza Una acción de desobediencia civil en Sol pide la ruptura del Gobierno y las universidades con Israel
Estudiantes de la Acampada de Madrid por Palestina despliegan una pancarta gigante para exigir el fin de la colaboración con el gobierno y los centros universitarios israelíes.
Tratado de la Carta de la Energía
TCE Victoria de los activistas climáticos: la UE Sale del Tratado de la Carta de la Energía
VV.AA.
La salida del TCE se erige como un faro de esperanza y un testimonio del poder de nuestro activismo colectivo para moldear un mañana mejor.

Recomendadas

Literatura
Literatura Las escritoras de ‘clima ficción’ que llegan de América Latina
Autoras como Andrea Chapela, Clauda Aboaf, Adriana Bruno, Laura Ortiz o Silvia Moreno-García amplían los límites de la ciencia ficción o la fantasía en clave ecologista, decolonial y de memoria.
Política
Política El congreso aprueba la ley de Amnistía
Los 177 votos afirmativos dan luz verde a una de las leyes claves de la legislatura con la misma mayoría del bloque de la investidura.
Derecho a la vivienda
Abuso Policial Los 18 de la Macarena: cómo la violencia policial acabó con un proyecto para personas sin hogar
18 personas fueron detenidas y enviadas a prisión provisional en Sevilla en 2018 por la ocupación de viviendas para personas en situación de calle tras un desalojo mediado por la violencia policial. En julio se celebra el juicio contra los imputados.
Ocupación israelí
Ilán Pappé “Netanyahu y la extrema derecha israelí buscan una limpieza étnica en Gaza”
Este historiador israelí pone en duda que las presiones internacionales consigan frenar el genocidio aunque reconoce en conversación con El Salto que se está produciendo un cambio en la opinión pública mundial.