We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Política Cipotuda
Política cipotuda
Algunos se quejan de vivir la era de la corrección política, otros tienen el valor de llamarlo puritanismo feminista y, los que van de progres, lloriquean nosequé de la posverdad, pero todos tienen algo en común: la cipotudez de barra de bar como forma de vida y de pensamiento. Machistas recalcitrantes que se agarran al hierro ardiendo de su privilegio sin pudor.
De cipotudez está lleno el mundo y cada vez es más difícil esconderla o disfrazarla. Permitidnos la licencia de apropiarnos de un término tan rancio; es precisamente ese olor a podrido lo que nos reafirma en la "casposidad" del mismo y en la necesidad de revisar todo lo que han construido, basándose en una supuesta objetividad masculina que niega la existencia de otras formas de hacer y de entender el mundo, suprimiendo cualquier tipo de subjetividad colindante. ¡Ay, queridos... se siente, pero se os ve el plumero!
Algunos se quejan de vivir la era de la corrección política, otros tienen el valor de llamarlo puritanismo feminista y, los que van de progres, lloriquean nosequé de la posverdad, pero todos tienen algo en común: la cipotudez de barra de bar como forma de vida y de pensamiento. Machistas recalcitrantes que se agarran al hierro ardiendo de su privilegio sin pudor.
Señoros de este calibre nos los podemos encontrar en cualquier sitio, pero los que más joden son esos que, desde posiciones de poder, intentan camuflar ese cipotudismo ilustrado bajo el uniforme del perfecto caballero de rancio abolengo e intelectual de la barbarie: escritores, tertulianos, periodistas... y políticos, claro. Sí, estamos ante un problema transversal de misoginia pero, nos da por pensar que, quienes tienen puestos de poder en unas instituciones que deberían representar a toda la ciudadanía (¡jajaja!), tienen un poquito más de responsabilidad que los demás porque son los que toman las decisiones y los que manejan la agenda pública.
No venimos a desenmascarar a nadie porque ya lo hacen ellos solitos y casi sin querer, porque son cosas que tienen tan interiorizadas que les brotan de manera natural, pero necesitábamos un punto de partida para darle un sentido gráfico a todo esto. Una simple búsqueda en ese monstruo llamado Google llegó para llenarnos de razón y aquí tenéis una retahíla de cipotudeces propias de un sistema político que, cimentado en el patriarcado, fomenta la desigualdad con total impunidad... oh, wait! Hay muchas más sutiles y mutables, solo hemos recogido las más evidentes, las que mejor definen un terreno de juego político que desprestigia y ningunea a las mujeres en base a esa cipotudez institucionalizada que tanto miedo tiene a su propia vulnerabilidad.
¿Todavía queda alguien que crea que este dossier no es necesario? Pues seguimos para bingo, amichis... porque estos comentarios son la forma habitual de comportamiento cipotudo en la política de nuestro país. Y, si esto es lo que se atreven a decir cargos públicos, imaginaos lo que no se dice. Eso es lo que da más pavor.
Son políticos que saben lo que es mejor para las mujeres porque claro, somos unas menores de edad despojadas de toda racionalidad. Hombres que llevan toda la vida legislando en nombre de la mitad de la población y menospreciando a minorías y colectivos que ponen en jaque el statu quo. Señoros que hacen abuso de ese poder vetusto y hecho a medida, deslegitimando reivindicaciones y fomentando la desigualdad. Políticos que gobiernan con sus cipotes simbólicos, esos que se han preocupado de cargar de una masculinidad asfixiante y artificial que consiguió fulminar la diferencia durante siglos.
Relacionadas
Política Cipotuda
De pollavieja para pollavieja
Nacionalismo
Más allá de la Hispanidad
Opinión
La política de los abusones
Cuando la política es entendida como el ejercicio de la intimidación, las demostraciones de dominio, demandas de sumisión o la toma de decisiones arbitrarias para imponer un discurso.