Teletrabajo
Teletrabajo, elementos para el debate

Durante el segundo semestre del 2020, la Ley del Trabajo a Distancia comenzaba a regular un fenómeno laboral que comenzó a popularizarse debido a la crisis sanitaria, el teletrabajo. Con negociaciones a tres partes entre Gobierno central, patronal y sindicatos, se intenta poner las bases a un nuevo marco donde las relaciones personales y profesionales se ven alteradas de manera paradigmática. Aún con muchas dudas sobre su normalización, la autora hace un repaso al efecto económico y social que conlleva trabajar desde casa sin olvidar la necesaria reorganización de los trabajadores y trabajadoras ante esta situación inédita.

Jurista
13 oct 2020 12:13

El teletrabajo comenzó a expandirse a raíz de otra crisis, la del petróleo. Desde entonces, otros fenómenos que vienen transformando el mercado del trabajo desde hace décadas, ahora junto a la pandemia, han servido de impulso a esta forma de trabajo. La novedad más reciente es el Real Decreto-ley 28/2020 de trabajo a distancia, que llena buena parte del vacío normativo que había sobre la materia y lo hace con vocación de futuro. De hecho, el Real-Decreto (RD) no se aplica a quienes estén teletrabajando a causa de las medidas sanitarias de contención de la Covid-19, tan solo la compensación de gastos. Tampoco es aplicable cuando se trabaja a distancia menos del 30% de la jornada a lo largo de tres meses.

Demos unas pinceladas acerca de algunos temas que trae consigo la instauración del trabajo a distancia y de su subtipo el teletrabajo en nuestras sociedades, y acerca de la influencia que la nueva norma puede a ejercer sobre las cuestiones que a continuación se plantean.

¿Acuerdo o derecho de la persona trabajadora?

El RD instituye el trabajo a distancia voluntario, mediante acuerdo. Ni la empresa lo puede imponer al trabajador, ni al revés. Ello con matices: la negativa del trabajador no puede ser causa de despido y las trabajadoras y trabajadores con contratos formativos tendrán que trabajar presencialmente al menos la mitad del tiempo. Es justo subrayar estos límites como logros de la norma.

No obstante lo anterior, ese acuerdo mutuo parte de una trampa: el desequilibrio estructural entre las partes del contrato de trabajo, pues uno necesita el contrato para vivir y el otro no, por lo que el trabajador aceptará más fácilmente las condiciones de la empresa. Su poder de negociación es muy inferior, lo que pone en duda el carácter voluntario del acuerdo de trabajo a distancia que proclama el RD. Puede haber voluntad formal, pero no siempre material, de ahí la trampa.

La equiparación ficticia entre voluntad de empresa y de persona trabajadora va en detrimento de la soberanía de los trabajadores y trabajadoras sobre buena parte de los espacios de su vida afectados por la decisión de teletrabajar o no

Y aunque estuviera igualado el poder de ambas partes, trabajar o no a distancia incide sobre elementos de la vida de la persona trabajadora que sólo ella puede valorar y sobre las cuales su posición debe ser la decisiva. Es el caso de la elección del lugar de residencia; la adecuación de su vivienda para trabajar; los efectos que el teletrabajo puede tener en la salud; tener o no recursos para que los hijos estén acompañados mientras que se está fuera; qué es mejor para la conciliación entre el trabajo y el resto de su vida, y tantas cosas más. Muchos de estos temas, de hecho, constituyen derechos constitucionales que han de ser ponderados con el derecho de libertad de empresa, no relegados.

Para respetar estas esferas de la vida de las trabajadores y trabajadoras, más que la voluntad concurrente de ellas y la empresa, es la de las primeras la que debe determinar si el trabajo se hace a distancia o presencial, dentro de las condiciones de posibilidad para el puesto de trabajo concreto. Es cierto que el RD protege la voluntad del trabajador al vetar el despido si se niega a teletrabajar, pero ello en ningún caso logra una igualdad plena. La equiparación ficticia entre ambas voluntades va en detrimento de la soberanía de los trabajadores y trabajadoras sobre buena parte de los espacios de su vida afectados por la decisión de teletrabajar o no. El RD encuentra aquí una importante debilidad.

¿Por qué teletrabajamos? ¿Hay otras soluciones para las mismas causas?

Unas causas muy habituales del teletrabajo son la reducción de costes de la empresa y la conciliación con la vida familiar. Y teniendo en cuenta otras posibilidades que podrían dar respuesta a estas causas, que el teletrabajo haya salido triunfante es, en muchos casos, una victoria empresarial.

En la conciliación de la vida laboral y familiar difícilmente podemos hablar de victoria obrera. El teletrabajo ayuda a la empresa a poner un remedio, o un remiendo, a la conciliación

El teletrabajo ayuda a la empresa a reducir el gasto en infraestructura, financiando a menudo el trabajador o trabajadora su propio acceso internet, su ordenador, electricidad y demás recursos necesarios, tal como estamos viviendo estos meses de pandemia. Hasta ahora, había mucho de victoria empresarial en el reparto de los gastos. Pero el RD puede servir de escudo para el trabajador o trabajadora, al establecer que “el desarrollo del trabajo a distancia deberá ser sufragado o compensado por la empresa” y que la persona trabajadora no podrá asumir “gastos relacionados con los equipos, herramientas y medios vinculados al desarrollo de su actividad laboral”.

Sin embargo, en la conciliación de la vida laboral y familiar difícilmente podemos hablar de victoria obrera. El teletrabajo ayuda a la empresa a poner un remedio, o un remiendo, a la conciliación. Aunque trabajar a la vez que se cuida de personas dependientes no parece permitir conciliar bien ambas actividades. El teletrabajo aquí es un remiendo porque no va a la raíz del problema de la conciliación: trabajamos muchas horas. No obstante, ir a la raíz, reducir la jornada manteniendo el salario, menoscaba los intereses de la empresa en mayor medida de lo que lo hace el teletrabajo, de ahí que podamos hablar de victoria empresarial. Ello no quiere decir que sea rechazable persé, pero no debe cegarnos de otras metas hacia las que avanzar. En este sentido, por ejemplo, el RD avanza, quizá con un remiendo, al establecer que la o el teletrabajador, respetando la disponibilidad obligatoria, puede flexibilizar su horario de trabajo.

¿El teletrabajo perjudica a la organización entre personas trabajadoras?

El RD de trabajo a distancia da varios pasos hacia delante en la mejora del lugar de trabajo en el teletrabajo. La norma obliga al empresario o empresaria a evaluar los riesgos ligados al mismo, especialmente los vinculados a “factores psicosociales, ergonómicos y organizativos”. A nivel individual, mejora la situación de las personas trabajadoras. Pero a nivel colectivo, no puede impedir lo inevitable: la atomización de los intereses vinculados al lugar de trabajo, porque ya no lo comparten. La infraestructura, iluminación, aire acondicionado, baños, internet y muchos riesgos laborales ya no son colectivos. La pérdida de una causa común supone un obstáculo a la organización de los trabajadores para mejorar sus condiciones de vida.

No obstante lo anterior, otros muchos intereses se mantienen compartidos, pues el RD instaura la igualdad de derechos entre quienes trabajan presencialmente y quienes lo hacen a distancia. Establece que “retribución, estabilidad en el empleo, tiempo de trabajo, formación y promoción profesional” y demás condiciones laborales serán las mismas en ambos casos.

El debilitamiento de las relaciones entre trabajadores y trabajadoras no es nada nuevo. El teletrabajo es una más de estas reconfiguraciones. Debemos ponernos manos a la obra para desarrollar formas de organización bajo las nuevas condiciones

Más allá de los intereses comunes, también el contacto diario abona la organización sindical, y trabajar a distancia fomenta el aislamiento. Resulta obvio decir que el aislamiento dificulta las formas tradicionales de organización, y lo evidente no le quita lo problemático.

De cualquier modo, el debilitamiento de las relaciones entre trabajadores y trabajadoras no es nada nuevo. Formas de trabajo como el practicado en plataformas digitales (Glovo, Deliveroo, Uber, etc), otras formas de trabajo bajo demanda, los falsos autónomos o la utilización permanente de contratos temporales, vienen provocando mutaciones en el mundo del trabajo del que mana la organización sindical tradicional y dificultando la relación entre los trabajadores y trabajadoras. El teletrabajo es una más de estas reconfiguraciones. Podemos tratar de atenuar las tendencias, pero, ineludiblemente, debemos ponernos manos a la obra para desarrollar formas de organización bajo las nuevas condiciones, por ejemplo, con argumentos como las propuestas por el investigador argentino Franco Ingrassia en “11 ideas precarias para un sindicalismo biopolítico”1 centrándose en precariedad laboral y los nuevos retos del movimiento sindical.

----

1 Publicado originalmente en la revista El Viejo Topo nº 212 de 2005. Enlace del artículo en El Noógrafo.

Sobre este blog
Realidades jurídicas, sociales y económicas desde una perspectiva transformadora. Coordinado por Autonomía Sur Cooperativa Andaluza.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Andalucía
Derechos Laborales El 112 de Andalucía se rebela contra Ilunion y la Junta por la precariedad laboral y la exclusión de la ASEMA
Los 469 trabajadores y trabajadoras subcontratadas por Ilunion del 112 exigen a la Junta de Andalucía que se le integre dentro de la futura Agencia de Seguridad y Emergencias de Andalucía
Inteligencia artificial
Inteligencia artificial Los creadores rechazan las licencias ampliadas para el uso de sus obras en la IA: “Es un genocidio cultural”
El Real Decreto para regular la concesión de licencias colectivas ampliadas para la explotación masiva de obras protegidas por derechos de propiedad intelectual para el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial recibe un rechazo generalizado.
#72090
16/10/2020 16:28

El teletrabajo está demostrando lo poco preparados que están muchos funcionarios de alto y medio grado al igual que muchas jefaturas para desenvolverse con las nuevas tecnologías...y no me refiero al móvil; con una total dependencia de sus subalternos y becarios... Y tampoco se comenta de los exagerados gastos que ha provocado la compra de programas malos y farragosos, adjudicaciones decididas por analógicos, con dificultades para establecer redes entre las distintas administraciones, véase el que tienen los hospitales madrileños y los ordenadores del siglo pasado que manejan los médicos...

0
0
#71990
14/10/2020 21:46

Hasta ahora, todas las lecturas sobre el teletrabajo que he encontrado son en contra de este.
Como teletrabajador a tiempo completo puedo decir que estoy muy a favor de la implantación de este modelo. Este modelo laboral es el futuro, la empresa donde trabajo fomenta el poder trabajar en remoto desde cualquier lugar del mundo, claro que se ahorra costes!, pero y los costes que nos ahorramos los trabajadores en ir hacia la oficina, normalmente ubicadas a largas distancias? Y la energía que se ahorra? Y el tiempo del que disponemos? En España el teletrabajo se está aplicando mal, ya que las personas están trabajando más horas, de ahí la nuevas regulaciones. El problema no está en el concepto del teletrabajo, sino en cómo se aplica.
En cuanto al aislamiento, puede de dar esa sensación, pero desde las empresas se fomentan las quedadas entre los compañeros para verse en persona.

0
0
#71989
14/10/2020 21:44

Vaya articulo mas malo!

0
2
Sobre este blog
Realidades jurídicas, sociales y económicas desde una perspectiva transformadora. Coordinado por Autonomía Sur Cooperativa Andaluza.
Ver todas las entradas
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.
Ecofeminismo
COP29 La brecha de género en las Cumbres del Clima
VV.AA.
Las cumbres del clima no están aisladas del resto de espacios políticos y también están atravesados por las dinámicas patriarcales, pero ¿en qué lo notamos? ¿cómo abordan las negociaciones climáticas las políticas de género?
Más noticias
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.