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Huelga feminista
Desde el feminismo, lo queremos todo y lo queremos ya
Desde la FdlC lanzamos una serie de artículos para preguntarnos colectivamente por las líneas que definen el presente. Pensar desde los movimientos, sin cortapisas, desde dentro de los procesos, es para nosotrxs la base imprescindible de toda política.
Durante este mes de febrero y hasta el 8 de marzo, la discusión colectiva que hemos invitado a alimentar trata de responder a dos preguntas en torno a la huelga feminista internacional del 8M, ¿cuál es tu huelga? ¿Qué significa una huelga feminista?
8M, ¿cuál es tu huelga?
A lo largo de mi vida he ejercido mi Derecho a huelga en diferentes formatos: como estudiante, como becaria, como trabajadora asalariada, como autónoma y como cooperativista. En todas ellas como activista, participando en los piquetes informativos y en las movilizaciones que se organizaban. Exceptuando la fase estudiantil, el resto de épocas de huelga en las que he participado mi situación económica era precaria o mileurista.
Cuando trabajé de camarera por cuenta ajena me obligaron a cambiar mi Día de Huelga por mi día de fiesta. Era eso o correr el riesgo de que me echaran y en ese momento no me podía permitir correr ése riesgo. Posteriormente, participé en una agrupación de personas autónomas y de cooperativista y decidíamos colectivamente cómo iba a repercutir la huelga en nuestras cotizaciones y en nuestros salarios. La situación era más justa en términos de derechos, pero también podía suponer cierta mella a final de mes.
En ninguno de estos momentos de mi vida como huelguista he tenido que hacer frente a los cuidados de la vida de ninguna otra persona, más allá de los míos propios. Lo cual siempre simplificaba la situación. Ahora mismo me toca hacer la huelga como concejala y, después de hablar, escuchar y leer a otras mujeres, veo que mi situación es claramente privilegiada. Cobro un salario más alto que la mayoría en Navarra (1.465€ de mi salario ético frente a los 1.200€ al mes), y es más estable que el de muchos y muchas otras. Tampoco tengo que cuidar de terceras.
El próximo 8 de marzo participaré en la concentración y lectura institucional que realizamos anualmente por el Día Internacional de las Mujeres, a la que este año se suma el apoyo a la Huelga por parte de nuestro Ayuntamiento. Y después me uniré a mis compañeras de otra organización en la que participo, para seguir los piquetes, secundar las citas reivindicativas y caminar las movilizaciones. Porque Juntas somos más y porque todas somos imprescindibles en esta lucha contra el Patriarcado.
¿Qué significados contiene para ti el significante “huelga feminista”?
Para mí esta Huelga Feminista e internacional es un momento histórico, es un momento de pleno auge de la lucha por los Derechos de las mujeres. Es casi un sueño hecho realidad. No tanto por el seguimiento en términos cuantitativos, porque estoy convencida de que muchas mujeres que desearán parar no van a poder hacerlo, precisamente por todas esas violencias que estamos denunciando.
Creo que es un momento de reflexión. Esta Huelga es un revulsivo. Es la primera vez que el término “cuidados” bulle a escala global. Qué supone para las mujeres en su día a día el cuidado de las criaturas y de las personas ancianas. Para las que lo hacen gratis, y para las que se dedican a ellos. También para muchos hombres, que van a acompañar este Paro de cuidados porque se solidarizan y porque tendrán que dedicarse ellos a estos cuidados. Algunos ya lo venían haciendo. Otros no.
Esta Huelga es un revulsivo. Es la primera vez que el término “cuidados” bulle a escala global
No hay una respuesta unívoca. Para algunos sectores esto se contempla como un problema organizativo. No obstante, creo que esta falta de respuesta es lo interesante: por fin todo aquello que sostiene la vida ha logrado una centralidad sin ambages. Sin excusas. También desde las instituciones públicas, puesto que es un reto tener que definir los Servicios mínimos -que justamente son los que permiten la existencia y regeneración de la vida-. Pero también porque en las entrañas de las administraciones públicas están penetrando estos movimientos.
No quiero correr demasiado pero ya me planteo el ¿y después qué? Está claro que tendremos que hacer acopio de creatividad y aprovechar este tiempo de desobediencia al sistema patriarcal y capitalista y pensar nuevas estrategias con los que tumbarlo. Mientras tanto, disfrutaré del momento.