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Ecofeminismo
Donella es una de las nuestras, y si no la conoces te la voy a presentar
Esta señora tan dulce era a la vez tan antisistema, que era una experta mundial en dinámica de sistemas y utilizaba esto para explicar por qué el nuestro está fatal (y qué habría que hacer para arreglarlo)
Donella Meadows (que se pronuncia midous y significa pradera, no lo que estás pensando) fue una científica especializada en dinámica de sistemas complejos, todos estos sistemas –la economía, un bosque, un grupo humano– en los que los elementos están interconectados entre sí como una maraña, no como una línea de montaje. Lo que más le gustaba a Donella, a la que al parecer todo el mundo llamaba Dana, era ir por la vida identificando relaciones, bucles de realimentación y cosas por el estilo.
Si te interesan los temas medioambientales a lo mejor has oído hablar de un informe de los 70 que se llamaba Los límites del crecimiento. El cliché que tenemos ahora de que “no se puede crecer infinitamente en un planeta finito” empezó a serlo gracias a informes como este, y Donella fue una de las autoras. El grupo del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) que lo redactó fue el primero en modelar cómo con el consumo de recursos que tenía la sociedad, los problemas ambientales iban a volverse muy graves de forma muy rápida. En las revisiones posteriores se ha visto que se quedaron cortos.
Las primeras veces que yo oí hablar de esta mujer fue a raíz del informe en cuestión y, la verdad, esto hacía que me la imaginase como una persona inteligente pero anodina, un poco como con cara de gráfica (que es lo que se ve al final cuando se habla de Los límites del crecimiento). Pero, un día quise entender de qué iba esto de la dinámica de sistemas y me puse a buscar sus vídeos en Youtube, y me enamoré. El mismo día descubrí que se había muerto en 2001 y que lo nuestro era bastante imposible.
Las personas que combinan bien razón y emoción (o lo que a veces se dice hemisferio izquierdo y hemisferio derecho) suelen ser mis personas favoritas, y Dana tiene el equilibrio perfecto. Es capaz de explicar conceptos complicados de manera muy sencilla, sin ninguna arrogancia y con una voz dulcísima; se le nota además que le apasiona lo que hace y que le encanta explicárselo al mundo.
Si sabes inglés como para seguir una conferencia, te recomiendo que dejes de leer este artículo y te pongas a verla explicar cosas, tienes como para cinco o seis horas. Aquí va una pequeña reseña de algunos de mis vídeos favoritos.
Si quieres algo técnico pero no mucho, puedes empezar porA philosophical look at system dynamics. Es un extracto de una de sus clases en el Dartmouth College, en la que explica los clásicos básicos de la dinámica de sistemas: de qué va, qué tipos de elementos se analizan y cómo se aplican a ejemplos como el funcionamiento de un barril de cerveza o la explotación de pozos de petróleo (una de cal y otra de arena). No es lo más político del mundo, pero sirve para enterarse del tema si es lo que te interesa.
Si prefieres verla dar cera al paradigma capitalista pero hablando de peces, puedes empezar por Sustainable Systems. Es una charla en cuatro partes, con una estética supernoventera, que dio en una Escuela de Negocios en Michigan. Tiene bastante chicha.
Empieza analizando lo que tendría que tener un sistema para ser sostenible: que los recursos renovables se utilicen por debajo de su tasa de regeneración y los no renovables se utilicen más despacio de lo que se tarde en encontrar un sustituto renovable; que las fuentes de contaminación se reduzcan a niveles más bajos de lo que la biosfera puede absorber; y –este lo añade ella, porque ¡viva el ecologismo social!– que haya una distribución justa de recursos, para que el sistema pueda ser también sostenible socialmente y evitar estallidos que lo desestabilicen todo.
Nuestro sistema económico sale bastante mal parado cuando lo analizamos con este prisma (¡sorpresa!), y Donella utiliza el ejemplo de las pesquerías para explicar cómo, al analizar la extracción de recursos susceptibles de agotamiento, aquellos elementos que nos han dicho que nos salvarán – el crecimiento, la tecnología y el mercado – son precisamente los que nos atrapan en bucles de retroalimentación que nos destruyen.
Una pregunta obvia que surge al hacer este análisis es la de quiénes son los culpables, y cómo se pueden conseguir cambios. Según el análisis de Donella Meadows, no tiene sentido intentar eliminar de la ecuación a un individuo o individuos concretos (elementos del sistema) sin modificar las reglas con las que éste funciona, el objetivo hacia el que está dirigido y, sobre todo, el paradigma en el que opera. Este razonamiento está explicado en inglés con más detalleen Leverage Points: Places to Intervene in a Systemy yo escribí un poco sobre ello en castellano.
Para explicar cómo influye el paradigma en un sistema pone el ejemplo del proyecto en el que estuvo inmersa en sus últimos años de vida: una ecoaldea en la que intentar construir modelos que sí que fuesen sostenibles (en el momento de la charla no lo habían conseguido, no debe de ser tan fácil). Una de las batallas recurrentes, al tratar con arquitectos, constructores, etc., para desarrollar esta ecoaldea era que no querían sacrificar ni un centímetro cuadrado de suelo fértil –para sorpresa y desesperación de los arquitectos y constructores en cuestión–. Que los recursos naturales que te dan de comer sean lo primero y estén por delante del desarrollo urbanístico era, en este caso, parte del paradigma que influía en cómo se relacionaban entre sí todos los elementos de su sistema-ecoaldea.El tercero de los vídeos que recomiendo es Down to Earth, el mejor si lo que necesitas es una dosis de optimismo para fliparte y pensar que vamos a llegar a tiempo para “salvar” el planeta. A ratos se pone un poco comeflores de más, pero cada cual tiene su estilo, ¿no? Habla de la importancia de poder visualizar los escenarios utópicos hacia los que nos gustaría dirigirnos, antes de ponernos a pensar en su viabilidad. De cómo este es un paso que nos saltamos habitualmente, porque exponer lo que queremos ante los demás (y ante nosotras mismas) supone una vulnerabilidad que no sabemos soportar del todo bien, y porque militar desde el cinismo resulta mucho menos arriesgado y, sobre todo, menos doloroso.
En resumen, Donella fue una mujer que trabajaba todas las ramas de la lucha ambientalista: desde el análisis científico-académico al político, desde el compromiso con un proyecto anclado en tierra al análisis espiritual y emocional de cómo nos afecta enfrentarnos a un futuro incierto. Para quienes queremos comprender y transformar el mundo desde una perspectiva ecofeminista, Donella fue y es, sin duda, una aliada inigualable.
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Cuando la historia empieza a decaer y empieza a volverse muy oscuro, muy negro en términos de lo que está aconteciendo en el tiempo presente nacen las grandes utopías como un esfuerzo irracional para combatir la tragedia cotidiana
A nivel histórico ya nuestras sociedades están muy decadentes y muy colapsadas entonces surge esta necesidad irracional para afrontar la tragedia de creer en un mañana más luminoso y aquí es cuando Cioran empieza de una manera muy irónica a burlarse de todas estas utopías.
Cada una de las utopías que esta proyectando deseos de un nuevo mañana más luminoso en realidad ocultan una gran tragedia en el presente y terminan proyectándose en distopías. Para Cioran toda verdadera utopía termina siendo una distopía donde esta promesa de felicidad para todos termina volviéndose o una felicidad para unos cuantos o termina volviéndose un tema de una felicidad impuesta, artificialmente construida o que no se alcanza a entender en qué sentido eso sería felicidad
Con Huxley tienes esta sociedad tecnócrata donde se diseñan a los humanos, los alfas, los betas, los gamas, tienes a la famosa droga del soma para los arrebatos emocionales y que todo el mundo esté como tranquilo, es una sociedad feliz pero es un sentido de felicidad muy tétrico porque implica una automatización y una pérdida de la individualidad sin precedentes
Tú pensarías que en la historia debería haber un nuevo mañana, un nuevo faro de esperanza respecto a lo que hace el humano pero te das cuenta que el humano a nivel civilizatorio comete los mismos errores del pasado.
No es que el humano vaya a caminar hacia un nuevo mañana más luminoso porque estos deseos del mañana más luminoso surgen de la utopía o son la utopía que proviene de la tragedia cotidiana que te dice que en realidad las cosas siguen igual o peor.
Dentro de este existencialismo Cioran reconoce que nada se puede cambiar, no tanto porque no puedas hacerlo, ni siquiera no tanto porque las sociedades, la política o los sistemas económicos no puedan hacer esos cambios, sino más bien porque no llevan a ningún lado en virtud de que el humano repite los mismos errores y en virtud de que está condenado al vacío de la existencia, a la muerte, a la nada, entonces como que agobiarse y perder el tiempo respecto a esas cosas por ahí no iría la vida según Cioran en términos de una vida que logre soportar el inconveniente de haber existido.